sábado, 24 de septiembre de 2011

La cultura de élite o la élite de la cultura...

Acorde con un modelo político tradicional en el que unas personas se adueñan de las entidades culturales del Estado, como de otras no culturales, en la actualidad algunos jerarcas y burócratas prefieren actuar, como decimos en Costa Rica, "comer de a callado".

En el pasado, como ahora, camarillas se iban apoderando de las jefaturas y puestos de confianza, en relación con la amistad del ministro de turno, para beneficiar a sus también amigos. En un mundo donde algunos dicen, por absoluto desparpajo, que lo peor de las argollas es no estar en ellas, pareciera que este comportamiento es muy natural. No obstante, a todas luces, queda claro que esta manera de funcionar se llama tráfico de influencias, argolla y clientelismo político. No tiene otro nombre, y no puede ser positivo para la cultura de un país cualquiera, mucho menos de su sistema político, y de gestión social y cultural.

Los jerarcas debe rendir cuentas al pueblo, hablemos específicamente, al pueblo de la cultura costarricense. Deben informar de sus gestiones, de los artistas involucrados, las empresas, los constructos que se realicen; no ocultarlos hasta que ya sea demasiado tarde. Los jerarcas en cultura están acostumbrados a desenvolverse en el cuerpo de líneas de amistad y relaciones de afecto y de interés, que son acuerpadas por el Ministro o Presidente; sin embargo, en la actualidad el cambio de paradigma cultural se exige, en consonancia con el cambio de una visión país que implica, inevitablemente, el arribo de nuevas fuerzas políticas al medio nacional. Es necesario que la cultura asuma un rol decisivo en la construcción y crecimiento del país, no que siga siendo una cenicienta, pero esto requiere hacerlo, no solamente decirlo (como ha sido el caso del actual ministro). Y esa construcción requiere reorganizar entidades, articuladas entre sí, para que empiecen a trabajar en visión país, en visión cultura, en visión creativa, no en visión "mi grupo, mis amistades, mi gente".

Un nuevo paradigma cultural requiere, exige, que se presente una propuesta nacional de cultura que articule entidades del sector, que se base en hechos, no en discursos o en políticas que al final no se realizan. El presupuesto es una realización y la base para toda realización en cultura que se dignifique.

Servirse de la cultura o servir a la cultura desde el sector estatal, la base de todo cambio paradigmático, al menos que se piense en una reforma cultural sostenida desde una visión política, no gremial ni para salir del paso. Se requiere comprender, no solo entender, que los fondos y recursos de la cultura deben ser para quienes aporten mérito y calidad, diversidad cultural, proyección y difusión en las artes, balance cultural y la oportunidad de crear nuevos servicios y productos innovadores y creativos.

Un cambio en actitud que podría significar un cambio hacia muchos logros como una nación llena de cultura, arte, literatura y educación amplia, que indudablemente tendrá efectos maravillosos en todos los ciudadanos costarricenses.

sábado, 6 de agosto de 2011

Poesía y literatura. En algo estamos de acuerdo: no es posible que lo estemos.

En algo estamos de acuerdo: no es posible que estemos de acuerdo.

La poesía, en particular, y la literatura, en general, son disciplinas u oficios -artes incluso- que por su entera subjetividad siempre están en conflicto. Los cánones, las leyes y los criterios van y vienen como teorías de la conspiración existen. Es una realidad ineludible.

No pretendo aquí buscar los orígenes de tal realidad o si de verdad existen criterios de "calidad" más "claros" o mejores que otros, tampoco pretendo creer que todo es relativo en literatura; solo busco entender(me) cuando digo que la poesía, en especial, debería ser de la gente, no de élites.

Esta discusión tiene ratos de andar movimiento neuronas. Yo no creo que la poesía sea solamente para lo poetas, que solo los poetas puedan valorar/analizar/juzgar/cr​iticar poesía, o en todo caso, los académicos. La poesía, como la literatura, nace y se hace para ser leída y que pueda extenderse en sus alcances y posibilidades. No sé nada de halterofilia, pero tampoco eso me impide opinar sobre ella, saber si me gusta o no, si tiene aspectos interesantes y si se rompe récord de pesos alzados. Igual sucede con toda actividad humana, y eso no me inhibe de votar por actores de las actividades humanas según mi criterio (que siempre será limitado, como todos los criterios, incluyendo el del que más sabe) y mi gusto. No voy con el elitismo poético, no es esa la poesía que conocí, que me entusiasmó y me ha traído hasta hoy.

Asimismo, los sondeos y la popularidad que tanto poeta y tanto culto resiste, son valiosísimos, aunque usted no lo crea, para dar a conocer a los poetas, a los escritores, a los autores de toda obra humana. Usted lo puede definir como "show", pero yo prefiero entender que significa acercar las palabras de los poetas al público, a la gente, al común. El arte sirve cuando se entrega a ellos, no solo a los ricos del mundo (económicos, intelectuales, aventajados en cualquier lid).


Lo anterior no reniega con que también hay que buscar la voz propia, la poesía original, las formas y fondos que den mejor sustento al quehacer poético. La poesía trillada, gastada y repetitiva es lo mismo que las promesas gastadas de los políticos de siempre, ya no convencen a nadie, pero también la poesía muy compleja y elaborada es como el libro de filosofía del académico, que nadie lee ni entiende. La poesía como un acto de equilibrio, quizás.

En Costa Rica he aprendido a reconocer dos tipos de poesía, la que desgasta el amor y la que le teme demasiado. Quizás por eso a veces me doy el gusto de escribir un poema erótico sin sentirme por ello que hago "mala poesía", que escribo sobre el amor en positivo sin necesidad de aludir al bar o la desdicha. Por supuesto, también escribo con desgarro y sordidez, con pesimismo y urbanidad. Es mi búsqueda, mi intento, pero no pretendo que sea el de otro, ni pretendo menospreciar a los demás por hacerlo, ni creerme el culto que tiene la lógica, el razonamiento instrumental o la epistemología más elaborada para poder desvalorizar o, más bien, discriminar al que se atreve a algo diferente a lo mío.

También creo en la necesidad del estudio, de la academia, de los acercamientos y la crítica literaria, creo en la posibilidad de la discusión y el respeto; aborrezco la chota, el ninguneo, el sarcasmo mal intencionado, el serrucha pisos impune, el culto arrogante que siempre tiene grandes autores para mencionar, pero cuando se le pone a tantear razones huye en aforismos y se refugia en la comodidad de los amigos sectarios. Y claro, esos son mis gustos, no pretendo tampoco que sean los suyos, aunque algo de razón tendré para persuadirlo, al final de cuentas, de eso se trata quizás, de persuación y comprensión.

viernes, 24 de junio de 2011

Sobre un fusil de chispas mojado, medios y La Extra con Marshall

Hoy la comunidad de Internet (y posiblemente una buena parte de la nacional) se indignó con la foto del Diario Extra con los cuerpos fallecidos de Denis Marshall y su esposa, después del accidente que tuviera en su carro por aparente exceso de velocidad (más de 100 km/h en una pista para 75 km/h).
Es apestoso lo que hace La Extra publicando la foto de Marshall ensangrentado, pero no es la primera vez que lo hacen, y el diario se sigue vendiendo; entonces, ¿a quién culpamos, al medio que oferta lo que le compran o al costarricense sediento de sangre y morbo?
Hace unos días en CulturaCR.NET publiqué una nota sobre el blog Fusil de chispas, del periodista Cristian Cambronero, blog que mereciera el Premio Nacional Pío Víquez de Periodismo, y con el que se proyectara en un concurso internacional para ganar como "el Óscar de los blogs en su categoría", en sus propias palabras.
Ese artículo me mereció el insulto del mismo Cambronero y de una cadena de seguidores incondicionales (incluyendo gente de Redcultura que aprovechó para tirar pedradas como la mismísima Eunice Báez, quien fuera la periodista extrella del medio) que se "indignaron" ante mis suposiciones sobre el presente y el futuro del blog, que evidentemente está abandonado; excepto cuando a Cambronero le conviene. El debate se hizo largo en las páginas del sitio, pero más allá de los pormenores y las acusaciones hacia este servidor o hacia el mismo Cambronero, para mí quedó claro que el comentario soberbio del periodista hacia mí lo puso en evidencia con múltiples razones que esbozaron luego los participantes con respecto a la responsabilidad de los medios y sus periodistas. Incluso en su blog aún llegan a decirle cosas desagradables al señor, sin que este ni siquiera haya cerrado los comentarios del blog, tal su arrogancia.
Hubo quien incluso me acusó de hacer el artículo adrede para lograr visitas al sitio, es decir, con carácter efectista; Cambronero mismo lo dijo, olvidando por completo que su blog fue en esencia un medio efectista durante el tiempo que duró. Y aunque tengo mi conciencia tranquila en la medida que jamás pensé lograr semejante efecto entre el que se me develó como un séquito de seguidores, o el mismo Cristian; sí me quedó claro que afloraron las contradicciones y digresiones sobre el papel actual del periodismo, y lo que realmente somos los costarricenses.
Si bien yo no quise aprovecharme -honestamente- de la fama del "gran" Cambronero, sí sé que La Extra sí quiso vender sus 169 mil diarios con la foto de Marshall ensangrentada. 
Ahora bien, en el fondo, de quién es la culpa de todo, ¿del emisor por escribir "tendenciosamente" sobre Fusil de chispas, el blog abandonado que fuera premio nacional y candidato a los óscar de los blogs, o por publicar una foto desagradable de una persona muerta, o de los costarricenses en general por alimentarse de violencia y morbo? ¿Acaso no es la prensa quien se alimenta siempre de ese morbo en todos los temas para vender? ¿Acaso no fueron los costarricenses quienes reprodujeron con morbo de pleito el artículo que escribí sobre el Fusil en CulturaCR.NET, en todas las redes? ¿Acaso lo que yo escribí es mentira o la muerte y su tragedia de Marshall es diferente? No lo sé, la comparación por mucho está desentonada y no concuerda, claro, con las dos realidades. Lo de la Extra es repugnante, lo mío fue un pleito que se generó a partir de un chiquillo malcriado a quien le dijeron que su juguete está sucio y abandonado.
No exculpo a La Extra (ni La Teja ni Al Día), tengo años de no fijarme siquiera en sus portadas, sé que lo que venden me repugna. Protesto también por lo hecho contra la memoria de un ser humano valioso para el país, pero hurguemos también en la responsabilidad que tenemos como una sociedad mugrosa, morbosa, decadente e individualista... Pensemos realmente que si la fórmula del Fusil de chispas fuera siempre exitosa yo andaría rebuscando séquitos y haciendo escándalos para ganar visitas, pero CulturaCR.NET es mucho más grande que eso y el 99% de su contenido vale mucho más que un artículo.
Ahora bien, también debemos analizar el aporte educativo de los medios a la sociedad. Un medio que se enriquece con la violencia y el morbo, ¿aporta algo valioso al país? ¿Un blog que deja a sus seguidores tirados por orgullo y no les contesta nada, no se excusa, pide permiso, avisa por lo menos; en otras palabras: que no respeta a sus lectores, construye en un país donde la crítica es necesaria, así como el aporte a la generación de información y análisis?

lunes, 20 de junio de 2011

PARTE 2: El absurdo en las políticas de Amazon/Kindle para libros electrónicos

De la discusión anterior sobre este mismo tema, se desprende una conclusión para muchos: Amazon y su pretendido monopolio es una amenaza para la diversidad y variedad de los libros, y sus posibilidades de divulgación. Es cierto.

Yo, en cambio, veo más bien que la peor amenaza de Amazon son ellos mismos. De todos los problemas que mencioné en la entrada anterior, se debe agregar, por mucho, el desastre de su web en la parte de sus libros para español de Kindle.

Por ejemplo, hace unas semanas incluí algunas obras, clásicos universales en dicha colección, tanteando para medir el resultado. ¡Un desastre! Me explico:

Subí "La República" de Platón, que no encontré en una búsqueda previa, en una edición que obtuve escaneada, sin revisión alguna, de tal manera que me avoqué a darle una dedicada revisión ortográfica y adaptación morfo-sintáctica (que no es infalible) para subirlo al famoso Amazon. Mi sorpresa: cuando estuvo publicado me encontré con que había otra edición del mismo libro, con una portada distinta (hice portadas para mis libros con una identidad común, la de Debrús Producciones) y que tenía ya revisiones ("reviews") de otras personas, entre ellas unas que hablaban pestes de la edición. Pero no acaba ahí el tema, resulta que además esas revisiones las ponían a mi libro; es decir, mi versión publicada en mayo con revisiones del 2009, por ejemplo. Eso solo es muestra de un desastre a nivel de la plataforma web que usan.

El caso anterior aplica también para otros libros como "Los miserables" de Víctor Hugo y "Cuentos de amor, de locura y de muerte" de Quiroga. Lo positivo de aquello es que, según parece, si un libro tiene "reviews" cuenta con más posibilidades de ubicarse en las búsquedas o en sitios ventajosos de visibilidad.

No obstante, luego de analizar bien el motor de búsqueda de Amazon, de hacer varias búsquedas sencillas de mis libros -meses después-, aún siguen invisibles en ese motor. Los libros ticos, por ejemplo, no han sido "indexados"; de tal manera que si un tico llega a buscar los libros ticos le va a tocar duro encontrar alguno porque, además de que no hay y soy el primero en ponerlos a disposición del Kindle, en las búsquedas le será difícil encontrarlos.

Todas estas observaciones he realizado al servicio de atención al cliente (call centers), pero siempre me responden con "copy paste", nada de servicio personalizado para el editor y eso solo desestimula la publicación de nuevos libros.

Ahora bien, si usted tiene un libro y quiere publicarlo en Amazon qué le espera. Complicaciones y más complicaciones, que estoicamente -sin modestia alguna- he tenido ir solventando. Por eso monté mi propia plataforma en CulturaCR, con el propósito de promover los libros desde Costa Rica y usar la plataforma de compras de Amazon y su extendido Kindle; no obstante, luego me encontré con el absurdo de que según ellos los libros ticos clásicos -de dominio público- no se pueden vender en Costa Rica, ¡vaya tontería! Una piedra detrás de otra.

El autor actual, contemporáneo, no tiene este problema. Con mi libro "Sexualoscopio" no he encontrado ningún problema, excepto que ni pelota le dan a los libros en español en los buscadores, y que los ticos aún no usan Kindle ni quieren leer, o bien que mi libro no les provoca a los lectores ticos; aunque quienes lo han comprado se han sentido contentos y satisfechos por la lectura: 

"¡Buenísimo! Me encanta el uso de cuentos urbanos muy ticos y muy modernos. Se siente muy natural el uso del "slang" moderno de los ticos pero sin caer en la falta de cultura", comentó Antonio Cañas en mi Facebook. 

"Altamente recomendado! Reitero mi recomendación a todos de comprar el libro de Geovanny. No hay que tener Kindle, se puede bajar la aplicación y leerlo en PC, Mac, Ipad, etc. Una colección de historias interesante, que capta muy bien una parte de San José que a veces queremos olvidar", dijo también Jorge Cornick en Facebook.

El otro tema que afecta a Amazon es la calidad de sus libros, los revisores -para salir del trabajo rápido- no entran a valorar cuestiones de edición, ortográficas, gramaticales ni afines, no les importa; en consencuencia, son miles los libros que se publican de inferior calidad, con textos de inferior calidad y ediciones de pésima calidad. Miles asisten a temas de sexo, violencia y similares, exacerbados, para lograr ventas; en detrimento de los compradores, que se desencantan y se alejan.

En extensión, como podemos ver, Amazon se afecta a sí misma, hace rato pudo haber mejorado su edición en español, y mejorar sus condiciones para editores buenos, y quizás entonces uno puede preguntarse: ¿falta una plataforma de venta de libros electrónicos en Costa Rica? ¿Se han retrasado las editoriales ticas grandes en este urgente paso, mientras siguen intentando el libro impreso?

Lea la primera parte aquí

viernes, 17 de junio de 2011

El absurdo en las políticas de Amazon/KIndle para libros electrónicos

Como un monopolio que presenta una estructura administrativa deficiente, basada no en el conocimiento, sino en normativas estrictas e inflexibles que no entienden ni la Ley ni la situación real de un tema, así se presenta Amazon en sus políticas para la aceptación y venta de sus libros electrónicos para Kindle.

Desde hace dos meses vengo tratando de montar una plataforma de libros costarricenses, clásicos de dominio público, que en Costa Rica todos los editores saben que son de dominio público, excepto Amazon. De la manera más arbitraria e incoherente, con call centers obtusos, ocupados por chamacos que saben hablar inglés, pero nada de edición y mucho menos de propiedad intelectual y derechos de autor, y que solo saben dar copiar y pegar a mensajes prefabricados para responder los "Amazon Inquiry", te bloquean y rechazan libros y aplican "políticas" contradictorias.

Desde que Costa Rica aprobó el TLC con EE.UU. y CA, incluso antes con nuestra Ley de Derechos de Autor previa, todos los editores saben en Costa Rica que la Ley establece que para que un libro sea de dominio público debe tener más de 70 años después de la muerte del autor. Todos lo saben, menos Amazon/Kindle.

En los últimos días el absurdo y la estupidez de Amazon llegó a su límite, cuando descubrí que en 3 de los 4 clásicos de dominio público que tengo publicados, no se pueden comprar en Costa Rica, no están disponibles (not currently available), porque según la gigante de las ventas "no tienen garantía de que en este país el libro sea de dominio público". Les escribí explicándoles en detalle amplio el por qué cada libro sí es de dominio público (Cuentos de mi tía Panchita, por ejemplo, que en Costa Rica tiene varias ediciones con diferentes editoriales) y la respuesta de "copy and paste" fue la siguiente:

"We’ve reviewed your titles and we’ve made it available for sale in the countries for which we have determined it is in the public domain. Please note that copyright laws vary from country to country. I'm sorry, but we can't offer any additional insight or action on this matter"

De acuerdo con ellos, entonces, ese libro sí se puede comprar en EE.UU., pero NO en Costa Rica, aunque todos sabemos que hay un TLC que lo permite, además de una ley costarricense, y que TODOS los editores de este país saben que ese libro es de dominio público y que ¡es tico!, diantres.

Pero no se los digo yo, consulté a un especialista, al señor Óscar Castillo quien fue director de la Cámara del Libro, es dueño de Uruk Editores y pertenece además al organismo encargado de derechos de autor del libro en Costa Rica, cuyo nombre no recuerdo. Su respuesta fue enfática:

"En Costa Rica el dominio público era a los 50 años y en el año 2000 cambió a 70. Es decir, todas las obras que hubieran pasado al dominio público hasta el año 1999, quedan en dominio público porque el derecho privado no se recupera retroactivamente. Este es el caso de El diario de Ana Frank. Ahora bien, también hay otros casos en que alguna obra pasa al dominio público porque no existen herederos legítimos del autor. Esto había pasado, por ejemplo, con Los cuentos de mi Tía Panchita (que además una jueza los declaró de interés público equivocadamente pero nadie apeló, por lo que quedaron en el dominio público)."

El caso de "El diario de Ana Frank" lo responde don Óscar porque también le preguntamos por ese libro, que nos fue bloqueado del todo por Amazon, en una versión especial que hicimos para Kindle.

Pero eso no es todo, el grado de contradicción de Amazon adquiere ribetes realmente risibles. Imagínense ustedes, por ejemplo, que quisimos subir -aparte de la colección de libros ticos- las obras de Herman Hesse -Demian, Sidharta, El lobo estepario, Cuentos maravillosos, Narciso y Goldmundo, y Ruta interior-, pero a los ingeniosos encargados de aceptar y rechazar libros de Amazon, basándose en respuestas ambiguas y amplias como la anterior que vimos, se les ocurrió -en diferentes momentos- terminar aceptando Demian, Sidharta y Ruta Interior, pero no así Cuentos maravillosos, El lobo estepario y Narciso y Golmundo.

Otro caso ridículo: El moto, de Joaquín García Monge, un libro publicado hace 111 años, y que en Costa Rica -según Amazon-, no está disponible. Sin palabras. Ah, pero La propia y otros cuentos sí está disponible, aunque es un libro más reciente.

Y podría revelarles unas contradicciones más, como el funcionamiento de su plataforma web y sus buscadores internos, pero por ahora dejémoslo hasta aquí.

Amazon empezó vendiendo libros, luego se extendió hacia otros bienes, en la actualidad el Kindle le está generando millones de dólares en ventas, es su producto estrella y hace unas semanas anunció que ya estaba vendiendo más libros electrónicos que impresos. No obstante, a juzgar por la ineficiencia, el absurdo y la contradicción con que están actuando, incluyendo que sus informes de venta son ambiguos, imprecisos y carentes de informaciones vitales para el vendedor, el mundo del libro electrónico tiene por delante un porvenir monopólico de contradicciones e incoherencias, si esta empresa se adueña del medio.

Por eso no me extrañó cuando un editor me dijo, "con Amazon no hago nada, sus políticas monopolísticas no me agradan, ni su trato con el vendedor", refiriéndose a libros impresos. Ahora me queda claro por qué. Es claro que si siguen con ese desconocimiento y con ese personal no capacitado, los editores se le empezarán a ir, así como los autores, quienes entonces buscarán otras plataformas menos problemáticas y que además atiendan en español. En España he descubierto algunas interesantes.

Los costarricenses apenas estamos intentando vender nuestras obras de manera electrónica y podíamos pensar que el libro electrónico es una oportunidad, y ciertamente lo es, pero de esta manera la tenemos quizás más cuesta arriba. ¿Es mejor vender nuestros libros de manera electrónica en Amazon? No lo sé, por los momentos estamos experimentando apenas; pero es inevitable pensar que el futuro está ahí, o en otras plataformas de venta de libros electrónicos. Las editoriales ticas, por ejemplo, ya están pensando en abrir sus propias librerías electrónicas.


Aquí la segunda parte (continuación)

domingo, 12 de junio de 2011

Otra reseña de "Cuando la muerte no alcanza"

Les comparto una nueva reseña de mi novela "Cuando la muerte no alcanza" que me encontré en un blog. En realidad hay partes que  no entiendo, pero creo que no fue tan mal. Usted juzgue:

Cuando la muerte no alcanza
El coleccionista de espejos:
http://themirrorcollector.blogspot.com/2011/03/cuando-la-muerte-no-alcanza.html

sábado, 11 de junio de 2011

El deporte de la marginalidad urbana en literatura

En algunos tiempos más, ahora quizás ha disminuido, pero permanece, la moda imperante en la literatura era escribir sobre perspectiva de género; del cómo los malditos hombres machistas y patriarcales abusábamos de nuestro poder para discriminar y usar a nuestro antojo a las mujeres. El tema ganaba concursos y, aún en teatro y ensayo, por ejemplo, obtiene fondos frescos para financiarse.

En narrativa y poesía, la tendencia de los últimos años es el juego de la morbidez, el fútbol de describir la muerte, la tragedia humana y social en sus recovecos más elaborados: la muerte como arte, la muerte como jugada de taquito de lujo que burlar al contrario, la muerte como un gol que metemos o nos meten, la muerte como una metáfora de una máquina tragamonedas, qué sé yo.

El viernes pasado, un jurado formado por un poeta del trascendentalismo (de la sugerencia, de la estética que trasciende la palabra y el amor), Carlos Francisco Monge, la narradora variopinta e ingeniosa Linda Berrón (que aprecia la literatura en variedad de temas y perspectivas), a la par de otro académico que desconozco de apellido Zamora, decidieron darle el máximo premio de la Editorial Costa Rica al libro "Los herederos", del buen escritor Sergio Muñoz, quien reitera la fórmula de la marginalidad urbana, ya usada en su otro libro de cuentos titulado "Urbanos", y que ganara el mismo premio en años anteriores. También en su libro "Los dorados", Muñoz aplica la temática.

El jurado reconoce, en su fallo, “un lenguaje sobrio y directo, decididamente “vernáculo” como voluntad y tareas literarias. Este recurso guarda coherencia con los temas predominantes de todo el libro; a saber: el mundo de la marginalidad urbana”. Tiene que ser muy bueno, en técnica y manejo literario, en calidad de formas y contenidos, este libro de cuentos, para que ese jurado tan disímil se haya inclinado por él.

No quiero que se me entienda mal, no se trata de decir que la obra de Muñoz es mala o deficiente (porque no he leído, obviamente, el libro), sino de que el tema está en boga, se reitera en lo que están publicando las editoriales y lo que están premiando en los concursos del país.

Ahora bien, escribir sobre lo negativo, sobre lo sórdido, el lumpen y sus mórbidas alcantarillas es en realidad muy fácil: hablar de lo malo siempre es más fácil. El hacerlo con destreza, con calidad y buen manejo de técnicas narrativas o poéticas, es otra historia.

No me molesta leer este tipo de obras, hurgar en el lumpen e incluso a veces reconocerme un poco en él, pero no al grado de empacho que es lo que tengo actualmente. Obra de literatura costarricense que abro, obra que me lleva por esos trillos. Por supuesto, también hay alguna excepciones.

La literatura es un acto de subjetividad mayor, pretender que se tiene la razón con ella o a partir de ella es iluso y hasta soberbio. Mirar al lumpen desde una perspectiva de totalidad social no es justo para toda la sociedad, ni correcto, ni preciso. Mirar a la marginalidad como proyecto literario de vida no me puede parecer una opción, a mí, muy adecuada o certera que digamos.

Nunca he sido jurado, por eso no sé cómo se mueve eso a lo interno, pero ojalá los jurados empiecen a considerar que las obras literarias no solamente se miden por la moda, o por la unidad temática, sino también por consideraciones de variedad, de diversidad de expresiones y temas, de calidad literaria; claro, pero que la calidad no sea ese concepto que asociamos a la sordidez: "entre más sórdido más bueno es".

Entiendo que en la urbe se encierran monstruos, que las injusticias son el pan de cada día; las veo por doquier, es decir, entiendo que el tema es sumamente válido, entiendo que se debe decir, lo que me preocupa es leerlo en la mayoría de los libros, sentirlo desgastándose y quedarse en la denuncia de los intelectuales para los intelectuales.

No reniego del libro de Muñoz, no reniego del tema de la marginalidad urbana, reniego del empacho y la falta de literatura que me hable también de otra cosa que no sea solamente el deporte trillado y lugar común de matar los personajes siempre, o dejarlos en un patético estado.

viernes, 10 de junio de 2011

Figurines, alegrijes y soberbios: escritores e idiosincrasia...

Parece que así ha sido siempre y parece que así lo será en adelante. Entre los gremios, en particular el de los escritores, se juegan las cartas, como si se tratara de abogados haciendo estrategias e hipocresías en el juego de lograr el fin último. El choteo, el serrucha piso y el mal intencionado somos todos y ninguno, nadie lo hace pero todos participan; parece un sin sentido, pero no lo es. Veamos. Hay varios tipos de escritores en Costa Rica:
1. El escritor con poder, de una generación anterior, que reclama ese poder ante los nuevos pujantes del poder. El que vocifera contra la insolencia de los nuevos, que pretende ganarlo todo sin esfuerzo.
2. El escritor sin poder, que vocifera contra el oficialismo, que puede ser de una generación anterior, o de la actual, pero que puja y escupe contra quienes tienen el poder; pero apenas ellos lo tienen, se hacen los locos.
3. El escritor que nunca tuvo poder, ni antes ni ahora, que puja en gremios distintos, en espacios distintos, que se aleja de la maraña de la lucha del poder, y se concentra en promover su obra donde pueda, como pueda.
4. El que aún teniendo poder, es lo suficientemente inteligente como para no dejarse embarrar en las vociferaciones de la lucha de poder, le sonríe a todo el mundo, se hace el de la vista gorda, es simpático y cuidadoso en sus expresiones, y maneja las amistades que tengan poder, mientras lo tengan.
5. Igual que el anterior (el 4), pero sin poder. Este tipo espera que el poder le llegue en algún momento, o simplemente no lo quiere, vive a la sombra de él. Eso sí, cuando tiene que defender sus derechos adquiridos, como amistades que les publiquen, son buenos para el serrucha piso disimulado y fino.

Normalmente, los escritores transitan entre un tipo y otro dependiendo de la época de la vida en la que estén.

En la actualidad, en Costa Rica se puede definir con claridad al menos dos grupos enfrentados que pretenden predominar: los nuevos underground cuyos temas preferidos son la muerte, la tragicomedia de la vida, la mierda que "adorna" todo, son el primer grupo, al que pertenecen mayormente gente nueva "liderada" por aquellos que en el pasado no tenían poder y ahora lo arriman con nuevas aguas para su cauce. El otro grupo viene de los que ya habían realizado un trabajo importante apropiándose del poder, que ganaban premios nacionales, de las editoriales y universidades, y que ahora se ven amenazados por estos nuevos grupos, y tienen que enfrentarlos.

Sea como sea, al final de cuentas todo es una lucha de poder, pero el que nadie acepta querer. Cuando conversás con unos y otros es claro: todos hablan igual, todos persiguen lo mismo. Por supuesto que vos sabés que se les puede creer más a unos que a otros.

Por ejemplo, un día de estos una persona X me dijo, sin saber cómo anda la cosa, que un crítico "B" le había dicho que un directivo de la ECR "C" había boicoteado, junto con una amiguísima de él "D", la lucha contra la nueva ley de premios nacionales. Me asombré, porque sé que no hay amistad (ni puntos comunes) entre C y D, no para pretender desarticular, intencionalmente, la lucha en la que C y D, por separado, han sacrificado cosas. El crítico B había inventado la conspiración alevosamente para dejar en mal a los otros, lo curioso es que el señor B es un beneficiario de las publicaciones de la ECR. ¿Por qué dañar al directivo C, si su trabajo me está beneficiando? Sencillo: para quitarlo del poder mediante la presión, mejor conocido como el típico serrucha pisos, y asumir esa cuota de poder por él mismo, o un amigo cercano.

Otro ejemplo que siempre cuento es el de un escritor que, llamándose amigo mío, me dijo que mi novela era deficiente, que él ya la había leído y le iba a hacer una reseña. El único problema es que la novela no había salido a la venta y solamente la teníamos en nuestras manos 3 personas: el editor, una persona que haría la reseña (la tuvo 2 días en su poder, apenas si pudo leerla él) y yo. En Costa Rica hacemos crítica sin leer.

Hoy un jurado de un premio importante me dijo, a viva voz, que él no sabe quién ganará el premio, pero sí sabe quién o quiénes NO lo ganarán. ¿Así o más claro?

¿Y por qué Debrús se pone a divulgar estas situaciones? Quizás porque entonces yo les esté serruchando el piso a quienes actúan así... ¿Que donde incluimos a Debrús en esos grupos? No lo sé, se lo dejo a usted, eso sí, no se ocurra excluirme de ninguno.

Ahora bien, ¿por qué los escritores se ven enfrascados en estos juegos? Tengo dos teorías: la miseria económica que significa ser escritor nos lleva a ser más furibundos y maquiavélicos en nuestro accionar, conseguir y defender la parcela de aire (sí, parafraseo a Debravo) es una lucha encarnizada. Mi otra teoría tiene que ver con la idiosincrasia tica, porque así somos los costarricenses; así lo han escrito y resuelto muchos grandes: somos choteadores, serrucha pisos, aldeanos, sectarios y envidiosos.

Por eso no es de extrañar que estos días recordemos a Yolanda Oreamuno, pensemos en Chavela Vargas, en José León Sánchez y en Eunice Odio, las que de pronto se convierten en entidades de reivindicación literarias y artísticas del país. Todas ellas auto exiliadas, todas ellas y ellos alguna vez resentidos con Costa Rica. La legión de los cuatro grandes, de los que superaron la prueba del tiempo. Sergio Ramírez ya hizo famosa a Yolanda en Hispanoamérica, Chavela ya lo es desde hace rato, al igual que José León Sánchez. Ya vendrá mi novela, o la de alguien más, sobre Eunice Odio.

Como sea, ser escritor costarricense sigue llevando su lastre, su estigma, y quizás la única salida está en abrir nuevas puertas, en generar nuevos espacios; como proyectarse en los libros electrónicos y no entrar a los juegos de poder para publicar libros que nadie compra y nadie quiere vender, quizás lo mejor sea salir del país y hacer vida en otros lares... Usted dirá.

domingo, 5 de junio de 2011

Reseña: "Cuando la muerte no alcanza". Por Eduardo Ureña Solano.

Les traigo hoy esta reseña breve sobre mi novela "Cuando la muerte no alcanza", realizada por Eduardo Ureña Solano, a quien agradezco encarecidamente. Se las comparto y les invito a realizar sus comentarios. El original fue publicado en www.foroencostarica.com, donde también se puede participar comentando. El texto:


Cuando la muerte no alcanza


Ese es el sugestivo título de una obra literaria de mi amigo y miembro del foro Geovanny Debrús, que tuve el gusto de leer durante los últimos días.


Su enfoque procura dar una versión diferente a lo sucedido con el cacique Garabito y su lucha contra los conquistadores españoles.


Nos acerca a ese lado humano que a veces se nos olvida que tienen los héroes. Sus sentimientos, frustraciones, emociones y amores. La angustia de verse acorralado pero no derrotado, y sentir profundamente el dolor por lo que vivirán irremediablemente las generaciones posteriores y el surgimiento de una nueva que llevará en sus venas la sangre de los conquistados y de los conquistadores.


Sin querer ser un tratado histórico, nos permite ver en los ojos de los conquistados una versión, una perspectiva que los libros de historia simplemente obvian, dándonos mucho en qué pensar y brindando una esperanza de que el final no fue tan fácil y predecible como en la escuela se nos enseñó.


Recordemos la máxima: la historia la escriben los vencedores... Debrús nos brinda la oportunidad de revelarnos contra esa historia y valorar las posibilidades más lógicas del fin de la historia.


Lo recomiendo, no sólo como un libro que nos permitirá disfrutar un excelente rato de ocio, sino como material que nos hace reflexionar sobre nuestro pasado, entender nuestro presente y probablemente dilucidar en algo el futuro.

martes, 24 de mayo de 2011

El poeta, el niño y el río, José León Sánchez.

Tengo algunos libros que considero reliquias y son parte de mis joyas literarias. La más querida de ellas es una que no tiene comparación. Se trata de una edición mecanografíada, la original y la primera, del cuento de José León Sánchez, El poeta, el niño y el río, que fue publicada desde la cárcel de Heredia en octubre de 1964, donde estaba el escritor. Esta obra ganó el primer premio de los juegos florales de 1963 de la Editorial Costa Rica y la Asociación de Autores. Está basada en una historia del poeta Rogelio Sotela.

El cuento forma un pequeño librito, que yo tengo encuadernado con tapa gruesa para protegerlo, y que contiene unas 150 palabras por página solamente de un lado, para un total de 55 páginas. Al final el autor, quien también escribe un pequeño prólogo en el que menciona el Diario de Ana Frank, agradece a Jorge Flores y Pedro Rodríguez en la poligrafía. El cuento fue mecanografiado por la profesora del Liceo José Martí, de Puntarenas, Srta. Ligia Álvarez.

Dato curioso es el agradecimiento que hace a don Antonio Lehmann por el préstamo, sin fiador y con 100 años para pagar, del material para hacer los libros; a él agradece, pero también a los diputados de la Asamblea Legislativa.

El librito es parte de una serie que el autor denominara "El caminante" y es el número 3. Lo interesante es que ya el autor menciona obras publicadas: Poemas, La isla de los hombres solos (que lo haría famoso en el mundo), La niña que vino de la luna, Cachito de Luna y Una guitarra para José de Jesús. Y además menciona como inéditas a Río Sucio, La hacienda sí calla, Glosario del hampa en Costa Rica (ensayo) y en ese momento estaba escribiendo la novela Mi corazón está en el valle. De todas ellas, La isla de los hombres solos, Río Sucio y la que está escribiendo, son novelas, los demás son cuentos.

Otro dato de este librito es que al principio incluye opiniones sobre su obra, entre las que destacan la de Juan Bosh, siendo Presidente de República Dominicana, Moisés Vincenzi, Arturo Agüero, el mismísimo José Figueres Ferrer, Alberto Cañas, Lilia Ramos siendo Presidenta de la Editorial Costa Rica, el gran poeta Isaac Felipe Azofeifa y Guido Fernández, entre otros.

Les comparto, para empezar, el prólogo que escribe don José León. Espero, más adelante, irles compartiendo el cuento en partes; espero don José León me lo permita.

     "Cuando se tiene un futuro donde no se vislumbra siquiera la huella de una esperanza, es amable conversar de las cosas que han pasado.
     Hace pocos días un compañero pescó un delfín. Es un animal que cuando se siente fuera del agua llora como lo hace un niño. Entonces compré la pesca al compañero y lo lancé de nuevo al mar.
Algo similar quisiera hacer con los recuerdos llorones de ayer. Pero tendría también que lanzar las memorias alegres.
     Cuando se vive en una situación extraña como esta que yo tengo, el pasado encierra algunas cosas buenas. Es un tiempo que siempre fue mejor.
     Anne Frank, en su diario, dice que la vida es hermosa, la gente al fin y al cabo es buena, y en el mundo se puede encontrar infinita belleza. Son hermosas esas manifestaciones emanadas de una niña reclusa cuyo solo crimen fue tener un nombre judío.
     Hoy, al añorar al ayer que se me ha ido, es grato dedicar este cuento a la memoria del gran poeta costarricense Rogelio Sotela. Era un hombre que tenía fuego en el alma. Es lo que distingue al genio del simple y al simple del simplón."

José León S. (así firmó)

El cuento empieza así:

"Cuando era un niño había tres cosas que me inspiraban mucho miedo: la escuela, el inspector de escuelas y el Diablo..."

Por ahora, me meto por este huequito, que aquí me hago chiquito, para irme contentito...

Si desea leer el cuento completo, lo puedo conseguir en el libro "A la izquierda del sol", una colección de cuentos de José León Sánchez publicada por la EUCR en el año 2013, está disponible en librerías.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Hace 20 años me amaron como ya no recordaba...

Hace algún tiempo, una joven no tenía moda y vestía justo lo que la hacía bella. Me amó como se amaba a los 17 años en esa época: con entrega e ingenuidad.

Un sábado de mayo, como ahora, yo cursaba mi primer año de la Universidad de Costa Rica y ella me dio la sorpresa más impactante, no encuentro otro adjetivo, que yo haya recibido.

Para ese tiempo, saqué unos días y me fui para Sabalito de Coto Brus, aún mi ombligo me pesaba y tenía raíces en San Rafael de Sabalito, mi pueblo, mi "Tangamandapio con crepúsculos arrebolados". Además, ella estaba allá, deseosa por verme llegar, ilusa e ilusionada.

Ese sábado de mayo, esa muchacha decidió levantarse a las tres de la mañana (3 am), alistar un pequeño salveque con algunos artículos personales y, según la contraparte de la ingenuidad (yo), llegó a despedirme en mi regreso a San José, después de unos días visitándolos. El autobús salía a eso de las 4:30 am y llegaba a San José alrededor de las 10:30 am; 6 horas de viaje, nada más.

El baño de agua fría de las 3:15 am no había logrado despertarme, no aún, pero al verla llegar a la parada, 3 kms de "volar pata" previamente, ya no me quedó ninguna duda que estaba bien despierto. Ni siquiera la caminada de los 3 kms lo había logrado. Para llegar adonde pasaba el autobús para San José, en ese tiempo, a esa hora, teníamos que caminar esa distancia, que devorábamos en unos 15 minutos.

Inmenso, sobra decir que inolvidable, fue sentirla a mi espalda, siguiéndome, cuando yo iba subiendo al autobús, creyendo que ya me había despedido, finalmente. La nota es romántica, porque hay cosas que no pueden ser de otra manera.

Mi efímera novia, estuvo conmigo si acaso tres meses (un romance de verano quizás), sacó todo el día para acompañarme a San José; viajó conmigo las 6 horas solo para estar conmigo, para besarnos en la confidencia de un par de asientos de bus (con alguna vecina fisgona ojeando furtivamente), aventurando caricias nerviosas, cuidándonos la maltrecha puerta del sanitario en alguna de las únicas tres paradas que hacía el conductor, en su desesperada gula por consumir kilómetros.

Y cuando ya en San José la aventura terminaba para mí, luego de un almuerzo juntos en alguna sodita barata cercana al Mercado "La Coca Cola" y un paseo por algunas tiendas, a eso de las 2:30 pm, iba a dejarla a la horrible terminal de la empresa Alfaro (donde antes, por dicha no ahora, salían los buses para Coto Brus), donde a ella todavía le faltaban 6 o más horas de viaje en bus, de regreso a Sabalito de Coto Brus, donde todo había empezado; donde alguna vez tuve milagros.

Hace 20 años casi exactos y justo hoy lo recordé, para darme cuenta que el tiempo ha pasado, en verdad que lo ha hecho.

Aclaración: Este no es un cuento o un relato, es una anécdota personal, y así la comparto.

sábado, 7 de mayo de 2011

Las notas de Facebook desplazaron un segmento de los blogs

El Facebook se dio a conocer a sí mismo, los medios lo dieron a conocer, pero luego fue él quien dio a conocer los medios. El Facebook, con sus arbitrariedades y aciertos, fundamentó una interacción que desplazó -inevitablemente- a otros medios en la Internet, uno de ellos: los blogs.
La generalidad de los blogs se ha visto perjudicada por el Facebook, con la sola excepción de los blogs conocidos, que han podido sobrevivir y lograr adeptos utilizando incluso al mismo Facebook.
En otras palabras, el Facebook se convirtió, por el uso, en un medio eje difusor, canalizador y receptor de medios. Los medios de comunicación grandes, televisivos, radio y de prensa escrita, tuvieron que ajustarse y empezar a utilizar esta herramienta imprescindible hoy, se resista quien se resista. He leído más de un escritor escéptico haciéndole berrinche al Facebook, para regresar vencidos por él.
Sin embargo, los blogs pequeños empezaron a ser abandonados, uno detrás de otro, el ciberespacio está lleno, en estos momentos de gran cantidad de bytes con ínfimas o nulas visitas, ocupando espacio nada más; es decir, siendo basura cibernética.
Es cierto que el blog es más "propiedad" del usuario, más permanente, y más serio quizás, pero pierde en dinámica, interacción y, sin duda, en visitas. El blog sigue siendo útil para el escritor, el artista, el famoso, la película, el negocio que no quiere pagar una página web propia; pero para un mortal cualquiera es difícil, el blog no es una opción, no ahora.
La interacción mejora en la NOTA de Facebook (FB), porque las etiquetas te permiten atraer (desde cada muro) varios lectores interesados en uno u otro tema; en cambio los blogs, aunque tengan Google Friend Connect para seguidores y suscriptores a quienes se puede enviar boletín, no logra capturar el mismo interés de lectores. En FB la gente siempre está conectada, pero en el correo no, de hecho, el correo es posiblemente otra víctima del FB. Es más difícil hacer un clic desde el mismo Facebook, que abrir una página desde el correo: la gente cada vez menos abre sitios desde su correo.

La otra ventaja es que, en un mismo día, ya interactuaste y comentaste un tema, sin necesariamente dejarlo para otros días. En un blog, si es que hay comentarios, son pocos y a veces hasta encontrás comentarios un año después. Por supuesto, eso es permanencia y es positivo, pero una ventaja mínima si vemos que un comentario muchos meses después ya encuentra al bloguero, y otros lectores, quizás sin interés en el tema.
Es cierto, también se puede publicar en los dos, y eso le demostrará al emisor o escritor que sin duda, logrará resultados oportunos e inmediatos, además de interesantes, en la NOTA de FB, pero el blog seguirá dormido, roncando el sueño o cantando viajera...
Nótese, además, que los medios de comunicación ya no usan blogs -alguna vez lo intentaron-, sino que se desenvuelven en sus propias páginas web, el modo más serio, permanente y de propiedad del emisor que existe, interactuando con básicamente dos redes sociales: FB y Twitter. De esta segunda, comentaré en otra nota, porque también hay mucho que decir de ella, empezando del por qué permanece la red social que yo hubiera jurado no era para tanto...
Un detalle: cuando hablo de blogs pienso en los de blogspot y otros afines, no en sitios web con plantillas wordpress, que no son blog a mi entender, son portales web, con gran variedad de contenidos, muchos de ellos son medios de comunicación pequeños y en crecimiento.
Por último, el tema de la seriedad. El buen amigo Alexánder Obando establece que el blog es más serio, en cambio el FB más divertido y frívolo. Si yo pienso en blogs como el Carepicha blog, o el Infierno en Costa Rica, no podría pensar así. Incluso el más leído de los ticos, El Fusil de Chispas, no lo es tanto en muchos de sus pasajes. Y hablo de los blogs más leídos del país, entonces cabría preguntarse: ¿son por ello los más leídos, por ser menos serios? ¿Entre más serio es un blog es menos leído, hay relación proporcional al respecto? Les dejo las conclusiones...

Sobre este mismo tema otro artículo relacionado: Hablemos sobre redes y verdades: http://debrusjimenez.blogspot.com/2010/07/hablemos-de-redes-sociales-y-verdades.html.

jueves, 24 de marzo de 2011

Cine costarricense: entre reinventarse o morir.

Después de asistir a varias premieres de cine tico, a ver cómo las películas ticas no duran algunas ni una semana en taquilla (con la notable excepción de Gestación), me he sentido con ganas, pero a la vez compungido, de comentar al respecto.

Entiendo que el panorama del cine, como el de la literatura o el teatro ticos, no es fácil en una sociedad glabalizada o masificada, donde las transnacionales comercializan todo lo que leemos o vemos en las salas de cine, de teatro, o de casa. Entiendo que hacer cine es difícil y muy caro.

Sin embargo, yo creo que una buena dosis del (des)éxito nacional con el cine se debe a la falta de una comprensión de respeto, consideración y relavancia del espectador. Hacer literatura, como hacer cine, sostengo, requiere pensar que yo escribo para un receptor, y que a ese receptor le puedo gustar o no, pero al menos debo entregarle algo que busque cautivarlo, persuadirlo, gustarle.

Y eso no quiere decir que voy a crear solo para vender, para repetir refritos y lugares comunes que gustan a todos, NO. Se trata de innovar, ser creativo y original, buscando las fórmulas o las obras que aporten tanto gusto del lector como calidad interpretativa. En estos momentos, mucho del cine nacional (como de la literatura) se excusa en ser "cine de autor", o "literatura de autor", o me imagino que "teatro de autor", si eso cabe. Y yo siento que me están diciendo que el cine de autor es hacer el cine que el autor quiere sin importar el resultado, sin importar la taquilla, sin pretender cautivar al espectador. Yo no sé usted, amigo lector, pero yo no puedo entender un proceso de comunicación donde solamente vale el emisor, mientras el receptor no importa.

Y eso me lleva, principalmente, a los guiones de nuestras películas. La mayoría de las que he visto tienen evidentes carencias de creatividad y novedad, y muchos guiones quizás interesantes son mal elaborados en la imagen. "Agua fría de mar", por ejemplo, tiene una idea cautivante, con un guión casi invisible, con una secuencia demasiado lenta, en fin una película que aburre a cualquier mortal (en la premier vi a varios literalmente durmiendo en la butaca y eso me dolió como si fuera mía la película). No obstante, yo confieso que me gustó mucho la propuesta, digamos que me sedujo, aunque eso no quite que carezca de un guión y un ritmo digamos cautivante. Y sé que como yo, muy pocos hay. "El sanatorio", "Donde duerme el horror", "Asesinato en el meneo", entre otras, por ejemplo, tienen pésimas ideas de guión, dan pena ajena.

Pero si nosotros tenemos muy buenos escritores, ¿por qué no hurgar un poco en la literatura creada en el país? ¿Por qué no aliarse con ellos? ¿Será que los cineastas tampoco leen? ¿Será que se quiere ahorrar el recurso, o el cineasta piensa que él es un buen escritor? Zapatero a tu zapato. Rara vez leo en los créditos un guionista de cine o televisión al que le conozcamos una obra literaria destacable. En todo caso, dejo abierta la inquietud, sobre uno de los grandes vacíos del cine nacional hasta hoy.

Debemos considerar, además, varios puntos al respecto:

  1. Ya hay varios fondos de apoyo al cine nacional, como Cinergia e Ibermedia, ambos mixtos; el primero apoyado por una fundación holandesa, el segundo impulsado por gobiernos del área.
  2. Asunto aparte es el tema de los guiones en la producción de películas nacionales. Ya conocemos de lo caro de la pos-producción y de los recursos técnicos en general, así como de los actores (aunque yo no sé qué tan caros sean en realidad). La mayoría de películas nacionales carece de historias convincentes, fuertes, originales y atractivas para el público. Véase, por ejemplo, "El Sanatorio" o "Donde duerme el horror". Esta última intentó impostar la "escuela" de Hollywood y en lugar de miedo lo que dio fue risa, con una producción cara, buenos actores, pero sin fuerza de guión y dirección. Algunos tratan de hacer historias muy ticas, con resultados muy ticos: huecos y vacíos en los guiones, partes que quedan en el aire y falta de continuidad en el eje narrativo de la peli. Eso es triste, porque da al traste con todo lo demás. Una buena historia ya es posiblemente la mitad de una buena obra.
  3. Hay películas ticas buenas, trabajos de seriedad, no experimentos muy caros que la gente sabe hacia dónde van. "A ojos cerrados" de Hernán Jiménez o "El último comandante", son ejemplos de buenas historias, bien narradas, en el cine tico. Lástima la lentitud de "Del amor y otros demonios", el controversial y aburrido guión de "Agua fría de mar" (que a mí, en el fondo, me gustó como texto narrativo, pero sé que a la mayoría no le gustó). Me gustó la experimentación literaria de "La región perdida", aunque no se lograra en muchas de sus partes. Esta última película, a mi gusto, mereció mejor trato; es loable la intención de establecer varios planos narrativos y el manejo del suspenso me pareció acertado.
  4. No hay más agua tibia con sal, el gran problema del cine tico es la distribución y, particularmente, la falta de apoyo nacional, principalmente de una prensa mediocre que solamente apoyo los esfuerzo de producción audiovisual que se relacionan con los intereses de producción de sus empresas mediáticas. Teletica solo apoya a La Zaranda o Hernán Jiménez, aunque por lo menos, hace notas de las otras películas. "Agua fría de mar" fue castigada por esta apatía de la prensa tica hacia su propio cine: en la premier solo estaba la cámara de Canal 15, mientras Paz Fábrega hablaba tranquila con sus amistades, sin ningún requerimiento de la prensa. Si la prensa no entusiasma a la gente, mucho menos la gente lo hará, acostumbrada como está al bombardeo de la trivialidad vacía de Hollywood.
  5. El cine tico ha movido algunos patrocinios interesantes, algunas empresas privadas han apoyado, en algo (aunque no lo necesario con decisión y empeño), películas costarricenses recientes. Caso especial para mencionar es el de Hernán Jiménez, quien recientemente intentó con éxito que la gente le financiara la post-producción de "El regreso", película que tiene previsto estrenar en mayo o junio, según me contó hoy.
El cine nacional tiene que reinventarse después de esta fructífera época, en que demostró que puede hacerlo, hacerlo bien y en buena parte de los casos hacerlo mal. Sin embargo, quien no sabe aprender de la crítica o de una experiencia negativa, quizás no merezca hacer lo que hace.

En todo caso es tiempo ya de sentarse a pensar y hacer esa conversación honesta sobre el cine costarricense, hacer valoraciones y análisis críticos, orientados a la calidad, la mejor, el avance, el crecimiento, la evolución, a todas esas palabras que signifiquen hacer buen cine tico.

sábado, 5 de marzo de 2011

De cómo la cultura anda un lastre...

Hoy iba orondo y lirondo, contento e ingenuo, a encontrarme con los parques de San José, "invadidos" -según este servidor- por la cultura y el sano entretenimiento. Y claro, tenía muchas noticias de que la cultura está haciendo cosas, que hay movimiento y mucha gente llenándose de deseos para ofrecer diversidad y posibilidades a las familias; de ofrecer cultura y creación antes que violencia y estupidez.

Y claro, siempre hay un maldito pero, que puede ser mucho o poco doloroso. Les cuento el antecedente: Veranos en el CENAC, EnamorAte de tu ciudad (supongo que el acento es en la A, porque pregunté al MCJ y nunca me dijeron), TransitARTE, Alajuela para los peatones y la programación habitual de la cultura en teatros y espacios de arte. Es decir, hay mucha cultura, mucho con demasiado como dicen algunos amigos.

Y claro, voy orondo y lirondo a encontrarme con todo eso, pero resulta que la gente... ¡brilla por su ausencia!

Entonces qué pasó, ¿mala divulgación? No lo creo, soy testigo de los esfuerzos realizados por los organizadores por dar a conocer los eventos. Entonces no lo sé, supongo que a los medios tradicionales esto no les vende, no les apetece, o no tienen creatividad para encontrar historias interesantes, cautivadoras, en el arte. Periodistas limitados.

Lo que sí me queda claro, a tenor de confirmación tras confirmación durante al menos un quinquenio, es que los costarricenses no somos un pueblo de arte ni de cultura, mucho menos de literatura. Si solo fuera por Facebook, Twitter y páginas de cultura, la información abunda. Ustedes saben que en CulturaCR, ejemplo más cercano, siempre estamos tratando de empaparnos de eso. Pero si además ves incluso en medios tradicionales, hasta en la Extra, algunas notas sobre estos eventos del mes más cultural del año (marzo), entonces uno no puede más que decirse, sí claro, lo que usted podría estar pensando: somos un pueblo sin arte, sin cultura y mucho menos sin literatura.

¿De dónde nace entonces el problema? Lo lógico sería pensar que en la educación, y pienso que en gran parte así es, pero no del todo. La educación ha tenido responsabilidad en el tanto ha carecido de varios acciones y preceptos: falta de ver al arte y la cultura como una materia tan importante como las demás, falta de criticidad y análisis en la enseñanza, carencia de una visión parcial de estilo Montessori, menos evaluacionismo, enseñar a amar el conocimiento y el arte por sí mismos...

Pero además hay otro tema de orden socio-político: nuestro sistema de sociedad, economía, política y sociedad es, les guste o no a muchos, neoliberal. Y claro, ¿eso con qué se come? Ya lo hemos dicho muchas veces: la competencia, la eficiencia, el materialismo desmedido, el interés (económico y social) por encima de valores humanos, la economía sobre la sociedad, el dinero sobre los seres humanos, la preeminencia de un (des)orden que conviene a solamente unos pocos pescadores que tienen las condiciones para verse exagerada e inmensamente favorecidos, aunque no sepan cómo sobre llevarlo, o no sepan cómo ser humanos con ellos. Los ricos más pobres que dominan el mundo. Costa Rica debe cambiar su sistema, debe creer más en sí misma como proyecto, como forma de vida y como forma de crear. Hacer cultura es más importante que hacer represión policial, invertir en el futuro es más importantes que invertir en la coyuntura que exigen los medios de comunicación.

La cultura no tiene demanda, es un hecho, pero debe seguir buscándola, debe seguir contando con nosotros, mientras podamos hacerla.

martes, 1 de febrero de 2011

La más carnavalesca hoguera de vanidades: los premios nacionales

El tema de los Premios Nacionales es la más carnavalesca hoguera de vanidades que haya visto. Sé que tengo harta a mucha gente con el tema de marras y que muchos prefieren verlos de lejos y "no darles importancia", pero esta vez quiero ironizar un poco sobre el asunto.

Tres semanas, quizás un mes, antes de su anuncio toda la gente ligada al medio en literatura ya sabían el resultado de los tres premios Aquileo Echeverría que más dan de qué hablar en el gremio: novela, cuento y poesía. Un buen amigo me contó sin yo pedirlo, le prometí no decirlo y no lo dije, otro ya sabía pero no quiso decirme, un tercero simplemente me los chorrió sin reserva alguna, y un cuarto me dijo que le daba pena que el poemario de un poeta "x" no hubiera ganado. Eso sucedió entre la primera y segunda semana previa al anuncio en el CENAC.

Unos días después un conocido escritor, amigo de otro escritor que quería saber, me llamó; curiosamente, porque nunca me llama, para preguntarme si yo sabía algo: le dije que sabía pero que no lo podía decir, y no lo dije. Luego en una mesa cafetera, el otro escritor que quería saber y uno de los que sería a la postre ganador, me dijo que le importaba poco el premio, pero que anhelaba el contenido económico. Otros días después, el conocido mutuo me confirmó que eso lo decía porque en realidad ya sabía que él era ganador. La razón: él y otro buen amigo de la misma generación son muy amigos de uno de las jurados, hasta se criaron juntos. Como decía Dorelia Barahona hace unos días: en algo se gradúan los premios todos los años: en falta de transparencia.

La conclusión es notoria: todos hablan mal de los premios, pero a todos les apetecen por igual. Y no importa qué haya dicho usted antes sobre ellos, si se lo dan lo recibirá gustoso, excepto que sea Pilar Cisneros y se pueda dar el lujo de rechazar el Pío Víquez. También están los que han hablado tanto y tan mal de los consabidos premios, que cuando les toque -si eso pasa- callarán penosamente, o tendrán algún "criterio" novedoso para aceptarlo.

Además, resulta que para este año premiaron en cada categoría (cuento, novela y poesía) a dos libros, mientras el año pasado los declararon desiertos. Haciendo un cálculo sencillo, podremos ver que alguien, uno de los tres jurados -posiblemente- quería imponer DOS ganadores, en lugar de uno que suele ser, dicen las lenguas sueltas, la manera tradicional en que se dividen los géneros estos jurados: el jurado uno el de poesía, el dos el de cuento y el tres el de novela. Asunto resuelto y fácil, sin necesidad de deliberar ni defender consideraciones o argumentos; todo bien cocinado. Pero ¿qué pasa si una jurado o un jurado quiere premiar dos en diferentes géneros? Entonces lo hacemos parejo y listo: el jurado uno premia cuento y novela (los que quería premiar), el jurado dos premia uno de poesía y otro de cuento, y el tres los que faltan: otro de poesía y otro de novela. No puedo afirmar que así haya sido esta vez, pero ¿no le parece lógico después de esta coincidencia? ¿De un año que solo un libro valía la pena al siguiente cuando tenemos 6 libros? Saque sus conclusiones usted, yo no puedo afirmar nada, solo sospechar.

El vacilón no termina ahí. Si revisamos la encuesta de CulturaCR.NET notaremos que incluso hay una mayoría sostenida que cree que los premios deben quedarse como están. Habráse visto semejante descaro. Los PN necesitan ser reformados, de eso no nos queda duda, el problema es que quienes acometieron la tarea (la Dirección de Cultura y el Ministro Obregón) no tienen claro el norte que llevan (o lo tienen extraviado) y lamentablemente no se han tomado el tiempo de leer, analizar y articular las propuestas de la gente que sabe, que están en la red por todo lado, en lugar de convocar a reuniones en las que la gente no habla con la misma soltura y amplitud. Ellos insisten en su proyecto inicial, tan descabellado como Óscar Arias de torero improvisado, jugando "fútbol vaquilla" para ganarse unos billetitos.

Don Manuel Obregón, por ejemplo, me dijo que incluso piensan (especulan) con financiar a los jurados, en lugar de los premios, para que viajen por las comunidades y puedan ver la amplitud de obras concursantes. Me imagino, viéndolo así, que el jurado de literatura irá a las casas de los autores a conversar con ellos en lugar de leer sus obras... Le dije a don Manuel algo que no hemos visto con claridad: la dotación económica de un premio paradójicamente NO ES UN PREMIO, en la realidad es el pago por las cientos de horas de trabajo que ocupa un escritor para llegar a construir un buen libro (excepto que sea Camilo Rodríguez por supuesto). Y la suerte de ese pago le toca a uno (o dos como en este caso) de varias decenas de títulos presentados a la Dirección de Cultura. Por supuesto, si hablamos de teatro quizás la propuesta sea válida. Que se le pague al jurado, claro, también, una dotación por su trabajo, como corresponde.

No obstante, el sistema de jurados debe ser reformado radicalmente, no darles más poder y dinero para andar gastando, sino crear un sistema de elección de obras diferente, que incorpore avances tecnológicos (que no son caros), democracia participativa real, donde los lectores puedan opinar y votar, y muchas entidades ligadas a los medios (literatura, danza, teatro, música, etc.) tengan una verdadera participación.

En estos momentos, por ejemplo, el MAGÓN lo deciden 3 personas ligadas a la literatura (ECR, Asociación de Autores y Academia Costarricense de la Lengua) contra 2 de otros lados (MCJ y CONARE); por eso no es de extrañar que la mayoría de los MAGON hayan sido escritores en su historia. El MAGON incluso debe pagarse muchísimo mejor de lo que es ahora: 4 o 5 millones es una miseria para la labor cultural de toda una vida. Ese premio debería tener unos 20 mil dólares, al menos.

En la conferencia de anuncio le propuse a Obregón por qué no buscar cómo financiarlos, antes que ir por la salida fácil: reducirlos para no pagarlos. Él contestó, pero es claro que sin claridad y sin hechos concretos.

Entonces dejémonos de tonterías, todos queremos un premio nacional, todos queremos ese dinero y queremos ser reconocidos por nuestro esfuerzo, o al menos que se nos pague dignamente. Por eso decir que los premios son solo un estímulo y que lo económico no tiene importancia es falso. También lo contrario es falso, como dice el premiado.

Los Premios Nacionales deben ser financiados, reformados por supuesto (jurados, sistema, especificidad de cada área, etc.), y sobre todo mejorados, no destruidos. Deben ser financiados no con lo que hay, sino con más. Embajadas, otras entidades estatales como las editoriales en los de literatura, los museos, galería y teatros en los de teatro y artes, empresa privada, entre otros, están llamados a financiar este valioso esfuerzo. Un país que no estimula y premia el esfuerzo mazoquista del creador de arte y cultura, es un país sádico.

Incluso es preciso adecuar nombres de algunos premios, ¿por qué llamar "Aquileo Echeverría" al de Artes Plásticas si podemos llamarlo, qué sé yo, Felo García? ¿Por qué no dividir el de artes plásticas en pintura, escultura y arte contemporáneo, por ejemplo? Es decir, ampliémoslos. Y ante todo, busquemos los mecanismos necesarios para que esos premios sean dados por mérito. Incluso sancionemos o penalicemos a quienes los abusen.

Obregón dijo "El país le da a la cultura menos de lo que recibe de ella". Diay, pero ¿ahora el país le dará aún menos? Eso no tiene sentido.

jueves, 13 de enero de 2011

El niño sabe llorar desde que nace, el adulto lo imita

Cuando nacemos ya sabemos llorar y hasta reír, cuando nos convertimos en adultos tratamos de imitarlos, aunque no lo hacemos nada bien.

¿Por qué el adulto quiere ser niño, el niño quiere ser adulto, el padre quiere ser niño y nadie quiere ser padre? Misterios de la inconformidad natural de los humanos.

Los divorcios se dispararon hace rato, pero yo diría que fueron ellos (más bien) quienes dispararon a las mujeres y hombres. En un mundo individualista, pareciera que no hay sociedad que valga, pero los niños nunca se enteraron.

martes, 4 de enero de 2011

El ateo tiene su propia encrucijada

Cuando la persona se hace atea quizás lo primero que pierde es el temor de Dios, pero lo recupera con el temor hacia los seres humanas en sociedad, porque el miedo es parte de la condición humana, le es inherente al humano, y es materia prima de miles de textos literarios.

El miedo hacia los seres humanos se refleja en su inmediata aversión a las organizaciones sociales que rigen la Humanidad. El ateo, por definición, se hace más crítico e irreverente, su propuesta es decididamente contestataria y no permite la estupidez, o la flaqueza, en ninguna situación en la que se le permita opinar o participar con libertad. Por supuesto que para efectos prácticos, en el trabajo y en las formas de sobrevivencia, el ateo será casi un ángel, buena persona, simpático, comprensivo y hasta defensor de los valores más importantes que defiende la religiosidad a la que pertenece.

No quiero ni por asomo pretender que todas las personas críticas e irreverentes sean ateos o viceversa. Tampoco asumo que los religiosos estén ausentes de criticidad y una visión desprovista de un miedo hacia lo metafísico. A veces me pregunto hasta dónde puede ser cierto que muchos religiosos en realidad son los ateos más inteligentes, pero menos honestos, que existen: usan la religión para su beneficio personal. También hay religiosos cargados de fe, que creen convencidamente en su apostolado, en los valores que prodiga, quizás hay más de esos; los que se ubican en las esferas bajas de la jerarquía religiosa, en cualquier secta o religión.

El otro día veía unos videos en Youtube sobre la Cienciología en los que se logra meter infiltrada una periodista y logra captar asuntos de esta secta no solo inmorales, indecentes y sorprendentes, sino que se acercan a lo ilegal; dependiendo del país. Este grupo no dista mucho de las demás religiones, con las excepciones particulares que corresponden, la diferencia fundamental es que en lugar de un ser metafísico estos señores crean una jerarquía económica basada en una supuesta superioridad de la ciencia como eje de vida, pero termina siendo una farsa como muchas otras que creen en un Dios sobrenatural. Desde los pentecostales (los más descarados negociantes de la fe) hasta los cienciólogos (negociantes de la fe en la ciencia), hallamos toda una estructura mercadológica que, como lo hace la publicidad normalmente, pretende vender productos, vender soluciones a la vida; al final de la historia una solución al miedo que nos acompaña siempre, miedo que no es más que la incertidumbre de la muerte y de las preguntas ontológicas más significativas que nunca se podrá contestar la Humanidad.

Las religiones comercian con ello. Sin embargo, el ateo, en su búsqueda de respuestas más allá del engaño o de la realidad social como se plantea, busca más respuestas por sí mismo. El ateo es en esencia individualista, como nuestra sociedad misma en la actualidad. El capitalismo individualista, el liberalismo en exceso, de alguna manera, conduce al desarrollo de personalidades ateas (no solo por no creer en Dios, sino por no creer en la sociedad y sus valores fundamentales de convivencia, como la religión) que tratan de aislarse de los grupos; porque los grupos tienen muchas amenazas, muchos de esos miedos que el ateo sostendrá siempre: sus miedos hacia los otros, que sea como sea, son reales, tangibles y presentes en la misma dimesión, nivel y linealidad que ellas mismas. El ateo es libre en amplitud, pretende ser absolutamente libre, sin excepciones y es comprensible.

Pero el ateo, como quizás todo en este mundo, en esta vida y en esta sociedad, está metido en una espiral que siempre regresa al mismo lugar: la muerte, el miedo y el fin. El ateo la acepta como se acepta algo inexplicable, quizás como acepta que el Universo tal como lo conocemos quizás alguna vez surgió de una gran explosión (La teoría del big bag de Hawkings). El ateo pierde toda esperanza en un más allá, al menos no como lo concibe la religiosidad actual. ¿Vive mejor al ateo, más intensamente, si parte del principio de que no hay más allá y se ocupa mientras tanto de disfrutar cada momento? No lo creo, también el ateo se alimenta de dudas, y siempre vive con la curiosidad; con esa pregunta que reincide: ¿habrá un Dios, un ser superior que creó todo?

Quizás lo que quiero decir es que ser ateo no es una solución, ni mejora ni empeora nuestra situación como humanos en un mundo sin respuestas, donde nosotros mismos los humanos jugamos a vender las soluciones a esas preguntas. La Cienciología, como toda religión que base su crecimiento en el comercio -La ética protestante de Max Weber-, no es más que una estafa, un comercio solapado que utiliza la fe para persuadir, mercadear bienes y servicios, y así engañar a los compradores con elíxires que nadie puede comprobar. Negocio redondo.

Un lugar común de la literatura es decir que necesitamos algo en qué creer. Quizás sea cierto, yo abogo para mí mismo por las ideas y valores que rigen mi vida, pero mi mejor consejo es que lo más honesto que podemos hacer -e inteligente tal vez- es creer en pensamientos y actos que no alimenten los bolsillos de otros, que no hagan crecer a los astutos que viven de la ignorancia, el desconocimiento y la estupidez de mucha gente; pero que viven además del miedo de los demás. No tenga miedo, porque con él siempre perderá, sin él al menos tendrá una oportunidad.