jueves, 14 de mayo de 2015

La Cultura cambia el bloque en el poder...

Costa Rica tiene, a grosso modo y con un afán explicativo, dos tendencias culturales: la del "espectáculo y las industrias culturales" que prioriza lo financiero y lo productivo, y la que da prioridad a la cultura como un proceso social, inclusivo, comunal y que permite dejar un legado político y cultural que no se queda en la esporádica y circunstancial diversión de la gente. 

Lo que ha sucedido en el Ministerio de Cultura -concluyo ahora después de devorar toda la información a mi haber, incluyendo informes de la ministra, del viceministro y uno compartido entre el viceministro Chavarría y el director del Cpac, así como artículos en medios, incluyendo "el que le dio el puesto" a Sylvie Durán- es lo que en Ciencias Políticas se llama desde la teoría de Poulantzas "una reconfiguración del bloque en el poder". 


Se trata de cómo un grupo con la ideología cultural del espectáculo y de la industria cultural como motor de la cultura tica, de tendencia neoliberal -que ve a la cultura prioritariamente como un objeto económico y financiero-, que perdió el poder con la venida del PAC al gobierno, ahora lo está recuperando por medio de Sylvie Durán, una gestora cultural cuya visión está marcada en estos derroteros, y estuvo ligada a la anterior administración Obregón y años atrás a la administración liberacionista de Guido Sáenz.


Ella, junto con Alejandro Tossatti -ex asesor de planta de Manuel Obregón e Iván Rodríguez y quien autorizó contrataciones millonarias del Cpac en el gobierno anterior-, y otras personas fundaron y dieron vida al grupo de teatro "Incorpore" hace cerca de una década. (En la cultura tica falta un estudio que pueda realizar un mapeo, más o menos exacto, de los grupos que existen en las diferentes disciplinas artísticas.). 


El bloque en el poder del PAC que estaba sucumbe ante precisamente quienes aplicaron una sostenida y visceral campaña en redes sociales contra Elizabeth Fonseca y su grupo en días pasados, a raíz del indefendible fracaso del FIA.


El productor y abogado Sergio Masís, en compañía de Anselmo Navarro y exfuncionarios del Cpac, así como gente de oposición, mantuvieron un constante bombardeo desde el grupo "Red de Solidaridad Teatral" y sus muros, blogs y otros espacios en el marco de la caída del FIA; promovieron sondeos no estadísticos de opinión y Sylvie Durán se tomó el tiempo de hacer un extenso análisis participativo sobre el FIA que hicieron llegar al Presidente; un estudio que ella misma pidió expresamente hacer llegar al Presidente: "quizás alguien con acceso pueda hacerle llegar estas ideas a alguien cercano al Sr. Presidente para que les dé pensadita por ahí del martes…. ¿Mucha pretensión y fe?... Quizás pero es el Presidente que votamos algunos y algunas, toca decir algo", escribió. Por eso tampoco sorprende la celeridad con la que Luis Guillermo Solís decidiera, de la mañana a la noche, no sabemos influenciado por quien, nombrar un sustituto provisional de la exministra Fonseca y el exviceministro Chavarría.

Sergio Masís había sido contratado por la administración Obregón para realizar una consultoría que diera como resultado la propuesta de la Política y Ley de Derechos Culturales. “Yo renuncié luego de entregar mi primer borrador, a la mitad de la administración del Ministro Obregón, por discrepancias metodológicas, y entró un nuevo equipo a cargo de otros juristas, bajo la coordinación general del señor Giancarlo Protti”, aclaró Masís a Culturacr.net. Masís afirma que él ha apoyado al PAC desde hace tiempo. 

Ahora bien, es claro que como se ha dicho reiteradamente las instituciones del Estado están ocupadas por cuadros liberacionistas o que se han relacionado con ese partido y con el PUSC en la época del bipartidismo -los conocidos mandos medios. Por eso no es de extrañar que también ya esté instalada una base de poder bipartidista en el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) que acuerpará la gestión de una funcionaria como Sylvie Durán, proveniente del Partido Liberación Nacional y quien fue una defensora clara del SÍ al TLC. Este bloque está claramente definido y entronizado también entre la gente de las escenas y la música, cuya prioridad comprensible es la generación de ingresos, de más trabajo para sus proyectos e intereses. 

Esto es un asunto de poder, un juego de poder e intereses, en este caso en el MCJ. En días pasados, por ejemplo, leímos en La Nación a la exasesora de Manuel Obregón, Fresia Camacho, luego nombrada por la exministra Fonseca como Directora de Cultura, recibir con alegría el nombramiento de Durán: "me da mucha paz que comprenda y maneje las dinámicas culturales comunitarias", dijo. 


Hay quienes románticamente decimos, en ocasiones, que es mejor nombrar gente capaz y "apolítica" en las jerarquías del MCJ, pero ese es un eufemismo que nos hacemos a nosotros mismos, porque: 1) no hay nadie apolítico, 2) quienes dicen no tener partido son apartidistas, pero convenientemente se ajustan a cualquier gobierno, de cualquier partido, en defensa de su puesto; "ahora todos son PAC", 3) quienes dicen no tener partido ni tener propuesta política, usualmente terminan entonces defendiendo los intereses de un grupo, una isla de amigos o socios, porque la gente siempre tiene intereses, individuales primero, y de grupo después, por eso hay en política grupos de presión y grupos de interés. Lo que extrañamos en la política son verdaderos estadistas: gente que llegue a servir, no a servirse. 


Elizabeth Fonseca, José Alfredo Chavarría y Luis Carlos Amador -ahora destituidos- eran líderes provenientes del PAC con una escuela cultural distinta, de un bloque de poder con un pensamiento cultural diferente, que no solamente percibe la cultura como un negocio. El error de no escuchar a quienes recomendaron suspender el FIA y la división interna entre los despachos de Fonseca y Chavarría en el MCJ, así como el evidente boicot en algunos espacios del FIA, entre otras razones que no vienen al caso, dieron al traste con su gestión, que ya iba bien encaminada en otros temas de cultura. 


¿Vendrá un cambio en esas líneas trazadas, qué personal nuevo llegará al MCJ? Y algo muy importante: ¿se convertirá el MCJ en una gran productora de espectáculos artísticos y culturales? Está por verse. 


 El Presidente ahora quiere "un ambiente de confianza", es decir, lavar la cara del MCJ y del FIA, por eso el tema será prioridad en los meses siguientes, y por eso contrata a una gestora cultural que dará énfasis a la producción artística, pero es una incógnita si volverán sus ojos a las propuestas de cultura que provienen del PAC: la convocatoria ciudadana, el Plan Rescate y el Plan Estratégico de Cultura que diseñó -en consulta con decenas de artistas- la Comisión de Cultura de ese partido. 


Que si esto es bueno o malo, no me corresponde ahora analizarlo, debemos esperar resultados de la gestión para tener mejores elementos de análisis. Por lo pronto, queda en evidencia el cambio del bloque en el poder, la vuelta al MCJ de un grupo con una disímil visión de la cultura y con nuevos bríos: Durán es una gestora decidida y, como dice ella, de "arremangarse las mangas". Me recordó a doña Elizabeth Fonseca al empezar, cuando "se puso los tenis" y recorrió el país para conocer la realidad cultural. 


Hay algo en que todos los jerarcas coinciden: el MCJ es desgastante. Iván Rodríguez incluso tuvo en algún momento una amenaza o propiamente un derrame facial por la cantidad de estrés acumulado. Seamos claros: la institucionalidad costarricense se ha convertido en una maraña incontrolable e imprevista.