Después de muchos años de cultura, hay cultores que empiezan a rodar con ella en la rutina de los años, pero hay quienes recargan ilusiones cada año con proyectos nuevos e ilusiones nuevas. La corrupción en forma de argollas o tráfico de influencias (mal nacional), el estancamiento ministerial y la falta de estímulos concretos y adecuados, terminan por convertir al medio cultural en un ente sin motivaciones y básicamente en un espacio de creación desencantado. (Foto: Teatro Nacional durante presentación de campaña publicitaria de la Coca Cola).
En esto siempre somos claros: un Ministerio de Cultura y Juventud que no sabe renovarse cada año y que no quiere replantearse con los tiempos, es un Ministerio inerte, que beneficiará todos los años a los mismos: a quienes tengan buenas relaciones de orden personal, profesional y comerciales con los funcionarios de planta. Es un hecho.
Con la entrada del nuevo gobierno 2014-2018, quedó claro que aún cuando ingresaron nuevos elementos decisores en las instituciones culturales y la ministra Fonseca ofreció un cambio, no hubo una reconversión del bloque en el poder, es decir, las cosas aún no han cambiado como se deseara; sin embargo, debemos tener claro que este año 2014 ha sido un momento para la transición y nunca son recomendables los cambios radicales. La administración Fonseca ofreció cambios graduales y en sus primeros 100 días de labores, planteó sus prioridades con toda claridad.
La lucha por evitar los rebajos al presupuesto de la entidad marcó el 2014, principalmente hacia el final. Cultura, no obstante, no tendrá un presupuesto mayor que los años anteriores y será más bien bajo, aunque el gobierno en general lo aumentó.
La administración de la ministra Elizabeth Fonseca ha puesto la mira en varias prioridades para la cultura, que responden también a la propuesta del Partido Acción Ciudadana: la descentralización es vital en este sentido, en este caso acompañada por el fortalecimiento del Movimiento de Cultura Viva Comunitaria y el establecimiento de algunos lazos con municipalidades. Por otra parte, hay interés en el tema del emprendedurismo cultural, pero aún no conocemos avances en este sentido, suponemos que el año 2015 será el que logre afianzar el tema.
Al principio del 2014 Fonseca y su equipo denunciaron supuestas irregularidades que se estaban dando en el Cpac, el departamento ministerial encargado de festivales como los festivales de las artes, la feria del libro, el festival de cine y otros. Entre las denuncias estaba el manejo con el programa Enamorate de tu ciudad, que había sido realizado por una sola contratista, quien acumuló 1.400 millones de colones en contrataciones durante los 6 años anteriores. Esta situación generó rencillas entre los jerarcas del gobierno anterior y los actuales. (Foto: Inauguración FILCR 2014, viceministro Alfredo Chavarría y Presidente Solís, recibiendo una máscara boruca).
Otro gran "pleito" que se echó encima la ministra Fonseca, acuerpada por la Comisión de Cultura del PAC y varios diputados, así como todo el sector cultura, fue el mantener la decisión de negar los permisos de construcción al edificio legislativo por incumplir con la protección del patrimonio.
La principio del año la Ministra Fonseca se puso los tenis y recorrió varias localidades del país, pero luego se dedicó más a la cobertura de la administración y algunos viajes internacionales. En ese proceso de descentralización de la cultura, la intención es fortalecer a la Dirección de Cultura y las Direcciones Regionales, pero aún no se articula algo firme en este sentido.
En sus recorridos iniciales coincidió con la declaratoria de la Unesco que otorgó a 4 sitios arqueológicos con esferas de piedra la condición de "Patrimonio Cultural de la Humanidad", un logro para el país y su turismo cultural, pero también una responsabilidad que el Ministerio podría no estar preparado para afrontar y que será un reto para Fonseca en estos años (Foto: Rey Curré, Río Térraba, de Uriel Rojas).
Finalmente, la ministra Fonseca y otras autoridades de gobierno declararon al maíz criollo como patrimonio cultural de Costa Rica, lo que lo protege contra el maíz trangénico y las transnacionales que lo pretenden incluir en Costa Rica, como Monsanto. De hecho, más del 90% de los cantones de este país se han declarado libre de transgénicos.
Las autoridades de esta administración de cultura han manifestado que sus prioridades son “la cultura como factor de desarrollo y descentralización”. Según esta administración, bajo el lema “el poder transformador de la cultura”, la ministra Fonseca ”plantea áreas de trabajo que se enfocan en promover la cultura como gestora de desarrollo para una mayor cohesión social en todo el país”.
Quedan pendientes muchos temas y retos. Viene el Festival Nacional de las Artes que se realizará en 4 cantones simultáneamente. Vienen actividades para el 2015, como la Feria Centroamericana del Libro (FILCEN), el Festival Internacional de Cine y otras que pondrán a prueba el talento conceptual y organizador del grupo que dirige.
El presupuesto de cultura sigue siendo muy bajo, tanto así que la promesa de aumento en los fondos concursables (becas, talleres y afines) no será posible para el 2015. Este año que viene será el año en que el MCJ justifique dónde, cómo y cuándo quiere invertir en cultura para aumentar el presupuesto al 1% antes del 2018, la gran promesa del gobierno actual.
Falta unificación de esfuerzos, enlace con alianzas gubernamentales y privadas, faltan programas que urgen al país, como uno gubernamental (MEP, universidades, INA, etc.) para la promoción de la lectura, como uno para cuadrar un plan nacional de ferias y festividades del libro, como uno para financiar el teatro y las escenas en las comunidades (sostenible), como uno que lleve todas las manifestaciones culturales a cada uno de los barrios y comunidades pobres de este país, como uno que calendarice todas las propuestas artísticas del país para información general, falta llevar los festivales de las artes a las comunidades alejadas como Guanacaste, la Zona Sur, Zona Norte, Limón...
Por otra parte, tanto el MCJ como el gobierno han quedado debiendo en su participación para fortalecer las comunidades indígenas, su cultura y resolver los conflictos sociales que enfrentan. Actualmente pusieron en la corriente legislativa la Ley de Autonomía Indígena, una ley anacrónica, pero muy importante para la comunidad aborigen de Costa Rica, como una muestra del inicio de un trabajo en esa dirección, como un reto para el 2015.
El año 2014 fue de transición, pero el 2015 no tendrá excusa: la cultura debe dinamizarse, motivar y motivarse, debe cambiar hacia lo positivo y constructivo, salir de su estado de confort y de argollas, o bien, tendremos que aceptar que es inevitable: el Ministerio de Cultura está encadenado. Y para salir de ese estado, se requiere un empuje que debe ir más allá de lo conveniente y del acomodo: requiere cambios estructurales y decisiones importantes. Algo así como quitarle los ingredientes artificiales a la cultura para poder cocinarla y que sepa más nuestra.
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