domingo, 12 de junio de 2011

Otra reseña de "Cuando la muerte no alcanza"

Les comparto una nueva reseña de mi novela "Cuando la muerte no alcanza" que me encontré en un blog. En realidad hay partes que  no entiendo, pero creo que no fue tan mal. Usted juzgue:

Cuando la muerte no alcanza
El coleccionista de espejos:
http://themirrorcollector.blogspot.com/2011/03/cuando-la-muerte-no-alcanza.html

sábado, 11 de junio de 2011

El deporte de la marginalidad urbana en literatura

En algunos tiempos más, ahora quizás ha disminuido, pero permanece, la moda imperante en la literatura era escribir sobre perspectiva de género; del cómo los malditos hombres machistas y patriarcales abusábamos de nuestro poder para discriminar y usar a nuestro antojo a las mujeres. El tema ganaba concursos y, aún en teatro y ensayo, por ejemplo, obtiene fondos frescos para financiarse.

En narrativa y poesía, la tendencia de los últimos años es el juego de la morbidez, el fútbol de describir la muerte, la tragedia humana y social en sus recovecos más elaborados: la muerte como arte, la muerte como jugada de taquito de lujo que burlar al contrario, la muerte como un gol que metemos o nos meten, la muerte como una metáfora de una máquina tragamonedas, qué sé yo.

El viernes pasado, un jurado formado por un poeta del trascendentalismo (de la sugerencia, de la estética que trasciende la palabra y el amor), Carlos Francisco Monge, la narradora variopinta e ingeniosa Linda Berrón (que aprecia la literatura en variedad de temas y perspectivas), a la par de otro académico que desconozco de apellido Zamora, decidieron darle el máximo premio de la Editorial Costa Rica al libro "Los herederos", del buen escritor Sergio Muñoz, quien reitera la fórmula de la marginalidad urbana, ya usada en su otro libro de cuentos titulado "Urbanos", y que ganara el mismo premio en años anteriores. También en su libro "Los dorados", Muñoz aplica la temática.

El jurado reconoce, en su fallo, “un lenguaje sobrio y directo, decididamente “vernáculo” como voluntad y tareas literarias. Este recurso guarda coherencia con los temas predominantes de todo el libro; a saber: el mundo de la marginalidad urbana”. Tiene que ser muy bueno, en técnica y manejo literario, en calidad de formas y contenidos, este libro de cuentos, para que ese jurado tan disímil se haya inclinado por él.

No quiero que se me entienda mal, no se trata de decir que la obra de Muñoz es mala o deficiente (porque no he leído, obviamente, el libro), sino de que el tema está en boga, se reitera en lo que están publicando las editoriales y lo que están premiando en los concursos del país.

Ahora bien, escribir sobre lo negativo, sobre lo sórdido, el lumpen y sus mórbidas alcantarillas es en realidad muy fácil: hablar de lo malo siempre es más fácil. El hacerlo con destreza, con calidad y buen manejo de técnicas narrativas o poéticas, es otra historia.

No me molesta leer este tipo de obras, hurgar en el lumpen e incluso a veces reconocerme un poco en él, pero no al grado de empacho que es lo que tengo actualmente. Obra de literatura costarricense que abro, obra que me lleva por esos trillos. Por supuesto, también hay alguna excepciones.

La literatura es un acto de subjetividad mayor, pretender que se tiene la razón con ella o a partir de ella es iluso y hasta soberbio. Mirar al lumpen desde una perspectiva de totalidad social no es justo para toda la sociedad, ni correcto, ni preciso. Mirar a la marginalidad como proyecto literario de vida no me puede parecer una opción, a mí, muy adecuada o certera que digamos.

Nunca he sido jurado, por eso no sé cómo se mueve eso a lo interno, pero ojalá los jurados empiecen a considerar que las obras literarias no solamente se miden por la moda, o por la unidad temática, sino también por consideraciones de variedad, de diversidad de expresiones y temas, de calidad literaria; claro, pero que la calidad no sea ese concepto que asociamos a la sordidez: "entre más sórdido más bueno es".

Entiendo que en la urbe se encierran monstruos, que las injusticias son el pan de cada día; las veo por doquier, es decir, entiendo que el tema es sumamente válido, entiendo que se debe decir, lo que me preocupa es leerlo en la mayoría de los libros, sentirlo desgastándose y quedarse en la denuncia de los intelectuales para los intelectuales.

No reniego del libro de Muñoz, no reniego del tema de la marginalidad urbana, reniego del empacho y la falta de literatura que me hable también de otra cosa que no sea solamente el deporte trillado y lugar común de matar los personajes siempre, o dejarlos en un patético estado.

viernes, 10 de junio de 2011

Figurines, alegrijes y soberbios: escritores e idiosincrasia...

Parece que así ha sido siempre y parece que así lo será en adelante. Entre los gremios, en particular el de los escritores, se juegan las cartas, como si se tratara de abogados haciendo estrategias e hipocresías en el juego de lograr el fin último. El choteo, el serrucha piso y el mal intencionado somos todos y ninguno, nadie lo hace pero todos participan; parece un sin sentido, pero no lo es. Veamos. Hay varios tipos de escritores en Costa Rica:
1. El escritor con poder, de una generación anterior, que reclama ese poder ante los nuevos pujantes del poder. El que vocifera contra la insolencia de los nuevos, que pretende ganarlo todo sin esfuerzo.
2. El escritor sin poder, que vocifera contra el oficialismo, que puede ser de una generación anterior, o de la actual, pero que puja y escupe contra quienes tienen el poder; pero apenas ellos lo tienen, se hacen los locos.
3. El escritor que nunca tuvo poder, ni antes ni ahora, que puja en gremios distintos, en espacios distintos, que se aleja de la maraña de la lucha del poder, y se concentra en promover su obra donde pueda, como pueda.
4. El que aún teniendo poder, es lo suficientemente inteligente como para no dejarse embarrar en las vociferaciones de la lucha de poder, le sonríe a todo el mundo, se hace el de la vista gorda, es simpático y cuidadoso en sus expresiones, y maneja las amistades que tengan poder, mientras lo tengan.
5. Igual que el anterior (el 4), pero sin poder. Este tipo espera que el poder le llegue en algún momento, o simplemente no lo quiere, vive a la sombra de él. Eso sí, cuando tiene que defender sus derechos adquiridos, como amistades que les publiquen, son buenos para el serrucha piso disimulado y fino.

Normalmente, los escritores transitan entre un tipo y otro dependiendo de la época de la vida en la que estén.

En la actualidad, en Costa Rica se puede definir con claridad al menos dos grupos enfrentados que pretenden predominar: los nuevos underground cuyos temas preferidos son la muerte, la tragicomedia de la vida, la mierda que "adorna" todo, son el primer grupo, al que pertenecen mayormente gente nueva "liderada" por aquellos que en el pasado no tenían poder y ahora lo arriman con nuevas aguas para su cauce. El otro grupo viene de los que ya habían realizado un trabajo importante apropiándose del poder, que ganaban premios nacionales, de las editoriales y universidades, y que ahora se ven amenazados por estos nuevos grupos, y tienen que enfrentarlos.

Sea como sea, al final de cuentas todo es una lucha de poder, pero el que nadie acepta querer. Cuando conversás con unos y otros es claro: todos hablan igual, todos persiguen lo mismo. Por supuesto que vos sabés que se les puede creer más a unos que a otros.

Por ejemplo, un día de estos una persona X me dijo, sin saber cómo anda la cosa, que un crítico "B" le había dicho que un directivo de la ECR "C" había boicoteado, junto con una amiguísima de él "D", la lucha contra la nueva ley de premios nacionales. Me asombré, porque sé que no hay amistad (ni puntos comunes) entre C y D, no para pretender desarticular, intencionalmente, la lucha en la que C y D, por separado, han sacrificado cosas. El crítico B había inventado la conspiración alevosamente para dejar en mal a los otros, lo curioso es que el señor B es un beneficiario de las publicaciones de la ECR. ¿Por qué dañar al directivo C, si su trabajo me está beneficiando? Sencillo: para quitarlo del poder mediante la presión, mejor conocido como el típico serrucha pisos, y asumir esa cuota de poder por él mismo, o un amigo cercano.

Otro ejemplo que siempre cuento es el de un escritor que, llamándose amigo mío, me dijo que mi novela era deficiente, que él ya la había leído y le iba a hacer una reseña. El único problema es que la novela no había salido a la venta y solamente la teníamos en nuestras manos 3 personas: el editor, una persona que haría la reseña (la tuvo 2 días en su poder, apenas si pudo leerla él) y yo. En Costa Rica hacemos crítica sin leer.

Hoy un jurado de un premio importante me dijo, a viva voz, que él no sabe quién ganará el premio, pero sí sabe quién o quiénes NO lo ganarán. ¿Así o más claro?

¿Y por qué Debrús se pone a divulgar estas situaciones? Quizás porque entonces yo les esté serruchando el piso a quienes actúan así... ¿Que donde incluimos a Debrús en esos grupos? No lo sé, se lo dejo a usted, eso sí, no se ocurra excluirme de ninguno.

Ahora bien, ¿por qué los escritores se ven enfrascados en estos juegos? Tengo dos teorías: la miseria económica que significa ser escritor nos lleva a ser más furibundos y maquiavélicos en nuestro accionar, conseguir y defender la parcela de aire (sí, parafraseo a Debravo) es una lucha encarnizada. Mi otra teoría tiene que ver con la idiosincrasia tica, porque así somos los costarricenses; así lo han escrito y resuelto muchos grandes: somos choteadores, serrucha pisos, aldeanos, sectarios y envidiosos.

Por eso no es de extrañar que estos días recordemos a Yolanda Oreamuno, pensemos en Chavela Vargas, en José León Sánchez y en Eunice Odio, las que de pronto se convierten en entidades de reivindicación literarias y artísticas del país. Todas ellas auto exiliadas, todas ellas y ellos alguna vez resentidos con Costa Rica. La legión de los cuatro grandes, de los que superaron la prueba del tiempo. Sergio Ramírez ya hizo famosa a Yolanda en Hispanoamérica, Chavela ya lo es desde hace rato, al igual que José León Sánchez. Ya vendrá mi novela, o la de alguien más, sobre Eunice Odio.

Como sea, ser escritor costarricense sigue llevando su lastre, su estigma, y quizás la única salida está en abrir nuevas puertas, en generar nuevos espacios; como proyectarse en los libros electrónicos y no entrar a los juegos de poder para publicar libros que nadie compra y nadie quiere vender, quizás lo mejor sea salir del país y hacer vida en otros lares... Usted dirá.

domingo, 5 de junio de 2011

Reseña: "Cuando la muerte no alcanza". Por Eduardo Ureña Solano.

Les traigo hoy esta reseña breve sobre mi novela "Cuando la muerte no alcanza", realizada por Eduardo Ureña Solano, a quien agradezco encarecidamente. Se las comparto y les invito a realizar sus comentarios. El original fue publicado en www.foroencostarica.com, donde también se puede participar comentando. El texto:


Cuando la muerte no alcanza


Ese es el sugestivo título de una obra literaria de mi amigo y miembro del foro Geovanny Debrús, que tuve el gusto de leer durante los últimos días.


Su enfoque procura dar una versión diferente a lo sucedido con el cacique Garabito y su lucha contra los conquistadores españoles.


Nos acerca a ese lado humano que a veces se nos olvida que tienen los héroes. Sus sentimientos, frustraciones, emociones y amores. La angustia de verse acorralado pero no derrotado, y sentir profundamente el dolor por lo que vivirán irremediablemente las generaciones posteriores y el surgimiento de una nueva que llevará en sus venas la sangre de los conquistados y de los conquistadores.


Sin querer ser un tratado histórico, nos permite ver en los ojos de los conquistados una versión, una perspectiva que los libros de historia simplemente obvian, dándonos mucho en qué pensar y brindando una esperanza de que el final no fue tan fácil y predecible como en la escuela se nos enseñó.


Recordemos la máxima: la historia la escriben los vencedores... Debrús nos brinda la oportunidad de revelarnos contra esa historia y valorar las posibilidades más lógicas del fin de la historia.


Lo recomiendo, no sólo como un libro que nos permitirá disfrutar un excelente rato de ocio, sino como material que nos hace reflexionar sobre nuestro pasado, entender nuestro presente y probablemente dilucidar en algo el futuro.

martes, 24 de mayo de 2011

El poeta, el niño y el río, José León Sánchez.

Tengo algunos libros que considero reliquias y son parte de mis joyas literarias. La más querida de ellas es una que no tiene comparación. Se trata de una edición mecanografíada, la original y la primera, del cuento de José León Sánchez, El poeta, el niño y el río, que fue publicada desde la cárcel de Heredia en octubre de 1964, donde estaba el escritor. Esta obra ganó el primer premio de los juegos florales de 1963 de la Editorial Costa Rica y la Asociación de Autores. Está basada en una historia del poeta Rogelio Sotela.

El cuento forma un pequeño librito, que yo tengo encuadernado con tapa gruesa para protegerlo, y que contiene unas 150 palabras por página solamente de un lado, para un total de 55 páginas. Al final el autor, quien también escribe un pequeño prólogo en el que menciona el Diario de Ana Frank, agradece a Jorge Flores y Pedro Rodríguez en la poligrafía. El cuento fue mecanografiado por la profesora del Liceo José Martí, de Puntarenas, Srta. Ligia Álvarez.

Dato curioso es el agradecimiento que hace a don Antonio Lehmann por el préstamo, sin fiador y con 100 años para pagar, del material para hacer los libros; a él agradece, pero también a los diputados de la Asamblea Legislativa.

El librito es parte de una serie que el autor denominara "El caminante" y es el número 3. Lo interesante es que ya el autor menciona obras publicadas: Poemas, La isla de los hombres solos (que lo haría famoso en el mundo), La niña que vino de la luna, Cachito de Luna y Una guitarra para José de Jesús. Y además menciona como inéditas a Río Sucio, La hacienda sí calla, Glosario del hampa en Costa Rica (ensayo) y en ese momento estaba escribiendo la novela Mi corazón está en el valle. De todas ellas, La isla de los hombres solos, Río Sucio y la que está escribiendo, son novelas, los demás son cuentos.

Otro dato de este librito es que al principio incluye opiniones sobre su obra, entre las que destacan la de Juan Bosh, siendo Presidente de República Dominicana, Moisés Vincenzi, Arturo Agüero, el mismísimo José Figueres Ferrer, Alberto Cañas, Lilia Ramos siendo Presidenta de la Editorial Costa Rica, el gran poeta Isaac Felipe Azofeifa y Guido Fernández, entre otros.

Les comparto, para empezar, el prólogo que escribe don José León. Espero, más adelante, irles compartiendo el cuento en partes; espero don José León me lo permita.

     "Cuando se tiene un futuro donde no se vislumbra siquiera la huella de una esperanza, es amable conversar de las cosas que han pasado.
     Hace pocos días un compañero pescó un delfín. Es un animal que cuando se siente fuera del agua llora como lo hace un niño. Entonces compré la pesca al compañero y lo lancé de nuevo al mar.
Algo similar quisiera hacer con los recuerdos llorones de ayer. Pero tendría también que lanzar las memorias alegres.
     Cuando se vive en una situación extraña como esta que yo tengo, el pasado encierra algunas cosas buenas. Es un tiempo que siempre fue mejor.
     Anne Frank, en su diario, dice que la vida es hermosa, la gente al fin y al cabo es buena, y en el mundo se puede encontrar infinita belleza. Son hermosas esas manifestaciones emanadas de una niña reclusa cuyo solo crimen fue tener un nombre judío.
     Hoy, al añorar al ayer que se me ha ido, es grato dedicar este cuento a la memoria del gran poeta costarricense Rogelio Sotela. Era un hombre que tenía fuego en el alma. Es lo que distingue al genio del simple y al simple del simplón."

José León S. (así firmó)

El cuento empieza así:

"Cuando era un niño había tres cosas que me inspiraban mucho miedo: la escuela, el inspector de escuelas y el Diablo..."

Por ahora, me meto por este huequito, que aquí me hago chiquito, para irme contentito...

Si desea leer el cuento completo, lo puedo conseguir en el libro "A la izquierda del sol", una colección de cuentos de José León Sánchez publicada por la EUCR en el año 2013, está disponible en librerías.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Hace 20 años me amaron como ya no recordaba...

Hace algún tiempo, una joven no tenía moda y vestía justo lo que la hacía bella. Me amó como se amaba a los 17 años en esa época: con entrega e ingenuidad.

Un sábado de mayo, como ahora, yo cursaba mi primer año de la Universidad de Costa Rica y ella me dio la sorpresa más impactante, no encuentro otro adjetivo, que yo haya recibido.

Para ese tiempo, saqué unos días y me fui para Sabalito de Coto Brus, aún mi ombligo me pesaba y tenía raíces en San Rafael de Sabalito, mi pueblo, mi "Tangamandapio con crepúsculos arrebolados". Además, ella estaba allá, deseosa por verme llegar, ilusa e ilusionada.

Ese sábado de mayo, esa muchacha decidió levantarse a las tres de la mañana (3 am), alistar un pequeño salveque con algunos artículos personales y, según la contraparte de la ingenuidad (yo), llegó a despedirme en mi regreso a San José, después de unos días visitándolos. El autobús salía a eso de las 4:30 am y llegaba a San José alrededor de las 10:30 am; 6 horas de viaje, nada más.

El baño de agua fría de las 3:15 am no había logrado despertarme, no aún, pero al verla llegar a la parada, 3 kms de "volar pata" previamente, ya no me quedó ninguna duda que estaba bien despierto. Ni siquiera la caminada de los 3 kms lo había logrado. Para llegar adonde pasaba el autobús para San José, en ese tiempo, a esa hora, teníamos que caminar esa distancia, que devorábamos en unos 15 minutos.

Inmenso, sobra decir que inolvidable, fue sentirla a mi espalda, siguiéndome, cuando yo iba subiendo al autobús, creyendo que ya me había despedido, finalmente. La nota es romántica, porque hay cosas que no pueden ser de otra manera.

Mi efímera novia, estuvo conmigo si acaso tres meses (un romance de verano quizás), sacó todo el día para acompañarme a San José; viajó conmigo las 6 horas solo para estar conmigo, para besarnos en la confidencia de un par de asientos de bus (con alguna vecina fisgona ojeando furtivamente), aventurando caricias nerviosas, cuidándonos la maltrecha puerta del sanitario en alguna de las únicas tres paradas que hacía el conductor, en su desesperada gula por consumir kilómetros.

Y cuando ya en San José la aventura terminaba para mí, luego de un almuerzo juntos en alguna sodita barata cercana al Mercado "La Coca Cola" y un paseo por algunas tiendas, a eso de las 2:30 pm, iba a dejarla a la horrible terminal de la empresa Alfaro (donde antes, por dicha no ahora, salían los buses para Coto Brus), donde a ella todavía le faltaban 6 o más horas de viaje en bus, de regreso a Sabalito de Coto Brus, donde todo había empezado; donde alguna vez tuve milagros.

Hace 20 años casi exactos y justo hoy lo recordé, para darme cuenta que el tiempo ha pasado, en verdad que lo ha hecho.

Aclaración: Este no es un cuento o un relato, es una anécdota personal, y así la comparto.

sábado, 7 de mayo de 2011

Las notas de Facebook desplazaron un segmento de los blogs

El Facebook se dio a conocer a sí mismo, los medios lo dieron a conocer, pero luego fue él quien dio a conocer los medios. El Facebook, con sus arbitrariedades y aciertos, fundamentó una interacción que desplazó -inevitablemente- a otros medios en la Internet, uno de ellos: los blogs.
La generalidad de los blogs se ha visto perjudicada por el Facebook, con la sola excepción de los blogs conocidos, que han podido sobrevivir y lograr adeptos utilizando incluso al mismo Facebook.
En otras palabras, el Facebook se convirtió, por el uso, en un medio eje difusor, canalizador y receptor de medios. Los medios de comunicación grandes, televisivos, radio y de prensa escrita, tuvieron que ajustarse y empezar a utilizar esta herramienta imprescindible hoy, se resista quien se resista. He leído más de un escritor escéptico haciéndole berrinche al Facebook, para regresar vencidos por él.
Sin embargo, los blogs pequeños empezaron a ser abandonados, uno detrás de otro, el ciberespacio está lleno, en estos momentos de gran cantidad de bytes con ínfimas o nulas visitas, ocupando espacio nada más; es decir, siendo basura cibernética.
Es cierto que el blog es más "propiedad" del usuario, más permanente, y más serio quizás, pero pierde en dinámica, interacción y, sin duda, en visitas. El blog sigue siendo útil para el escritor, el artista, el famoso, la película, el negocio que no quiere pagar una página web propia; pero para un mortal cualquiera es difícil, el blog no es una opción, no ahora.
La interacción mejora en la NOTA de Facebook (FB), porque las etiquetas te permiten atraer (desde cada muro) varios lectores interesados en uno u otro tema; en cambio los blogs, aunque tengan Google Friend Connect para seguidores y suscriptores a quienes se puede enviar boletín, no logra capturar el mismo interés de lectores. En FB la gente siempre está conectada, pero en el correo no, de hecho, el correo es posiblemente otra víctima del FB. Es más difícil hacer un clic desde el mismo Facebook, que abrir una página desde el correo: la gente cada vez menos abre sitios desde su correo.

La otra ventaja es que, en un mismo día, ya interactuaste y comentaste un tema, sin necesariamente dejarlo para otros días. En un blog, si es que hay comentarios, son pocos y a veces hasta encontrás comentarios un año después. Por supuesto, eso es permanencia y es positivo, pero una ventaja mínima si vemos que un comentario muchos meses después ya encuentra al bloguero, y otros lectores, quizás sin interés en el tema.
Es cierto, también se puede publicar en los dos, y eso le demostrará al emisor o escritor que sin duda, logrará resultados oportunos e inmediatos, además de interesantes, en la NOTA de FB, pero el blog seguirá dormido, roncando el sueño o cantando viajera...
Nótese, además, que los medios de comunicación ya no usan blogs -alguna vez lo intentaron-, sino que se desenvuelven en sus propias páginas web, el modo más serio, permanente y de propiedad del emisor que existe, interactuando con básicamente dos redes sociales: FB y Twitter. De esta segunda, comentaré en otra nota, porque también hay mucho que decir de ella, empezando del por qué permanece la red social que yo hubiera jurado no era para tanto...
Un detalle: cuando hablo de blogs pienso en los de blogspot y otros afines, no en sitios web con plantillas wordpress, que no son blog a mi entender, son portales web, con gran variedad de contenidos, muchos de ellos son medios de comunicación pequeños y en crecimiento.
Por último, el tema de la seriedad. El buen amigo Alexánder Obando establece que el blog es más serio, en cambio el FB más divertido y frívolo. Si yo pienso en blogs como el Carepicha blog, o el Infierno en Costa Rica, no podría pensar así. Incluso el más leído de los ticos, El Fusil de Chispas, no lo es tanto en muchos de sus pasajes. Y hablo de los blogs más leídos del país, entonces cabría preguntarse: ¿son por ello los más leídos, por ser menos serios? ¿Entre más serio es un blog es menos leído, hay relación proporcional al respecto? Les dejo las conclusiones...

Sobre este mismo tema otro artículo relacionado: Hablemos sobre redes y verdades: http://debrusjimenez.blogspot.com/2010/07/hablemos-de-redes-sociales-y-verdades.html.