viernes, 17 de diciembre de 2010

Los libros simplemente NO son caros

Cuando trabajaba en la Editorial Costa Rica los libros valían desde ¢500,oo y hasta unos ¢2.500,oo, hablamos de hace unos 5 años. Hoy, el libro promedio (sin lujos ni ilustraciones, ni materiales caros) anda entre 5 y 7 mil colones, tanto de la Editorial Costa Rica como de Uruk Editores o cualquier otra editorial tica. Entonces muchos han dicho que los libros son ahora más caros, pero no es cierto, la verdad es que antes eran excesivamente baratos. Les explico.

Para elaborar un libro intervienen muchas personas, que empieza con muchísimas horas del escritor que crea la obra. Un escritor podría invertir más horas en un libro, que las que nosotros usamos en vestirnos (y desvestirnos) durante 10 años; es decir, es difícil decirlo con exactitud; pero sí queda claro que son muchísimas. Muchos libros además requieren muchísimas obras de investigación, lectura y pensamiento. Solamente los best sellers o los grandes escritores con grandes ventas reciben el verdadero pago por el trabajo que realizan, los demás solamente aspiran en el mejor de los casos a poder publicar y, con ello, darse a conocer, o bien cubrir los costos materiales de la impresión de un libro (en el caso de quienes se autopublican). Esto requiere ser aclarado por aparte.

El libro solamente es un negocio para su autor en cantidades masivas, en otras palabras: cuando tienen un mercado cautivo, superfluo o comercializado como si fueran galletas (autoayuda, con títulos comerciales, ilustrados, útiles, etc.). Por esa razón los escritores de poesía o narrativa (literatura en general) pocas veces ganan por sus libros, a no ser que le toque una editorial del Estado que le dé -a veces- sus derechos de autor y que los pague bien como la Editorial Costa Rica (cerca del 30% hace unos 5 años). Pero sus derechos de autor dependen de la cantidad de libros vendidos: con suerte unos 200 en 5 años, porque curiosamente las editoriales estatales tienen notables limitaciones legales y deficiencias administrativas para comercializar con éxito sus libros. Las ferias vinieron a paliar un poco ese problema.

Saldado el tema del autor, a quien en realidad seamos francos pero no se le paga su trabajo, sigue la editorial. En Costa Rica, al menos, hay dos tipos: la estatal y la privada, ambas pequeñas. La primera es subsidiada por el Estado, la segunda vive por sus propios medios. La primera tiene un sistema de publicación con una comisión editorial, que es parte de un Consejo Directivo nombrado por instituciones estatales: universidades y ministerios. Normalmente quienes deciden la publicación de libro son profesores de las universidades y ligados a la academia del país. La segunda es unicelular, su dueño e inversionista principal decide a quién publica, cuando el costo lo asume la editorial, pero además estas editoriales venden el servicio de publicación al autor. En algunos sellos privados se publican entre amigos, normalmente escritores con un mensaje irreverente que no ha tenido eco en la academia.

La editorial en seriedad media gasta en: diagramación, ficha catalográfica (algunas), edición y corrección de pruebas, impresión de hojas internas y de portada, entre otras cosas materiales. Si hacemos un cálculo aproximado eso puede costar unos ¢2500,oo por ejemplar, para un tiraje de unos 200 0 300 en total. Puede ser menos y puede ser más dependiendo qué quiera usted eliminar o incluir, el tipo de papel a usar, el tipo de impresión de portada, si paga la diagramación o la ficha catalográfica, etc. Además hay que incluir todos los gastos operativos de la editorial: recibos, alquiler de un local, mantenimiento de equipos, administración, contador, personal y sus gastos sociales, proveedores en general, derechos de autor, gastos en las presentaciones de los libros (vinito y bocadillos, por ejemplo), entre otras cosas que siempre se olvidan.

Así visto, un libro puede ascender a un costo de hasta ¢5000,oo. ¿Y la ganancia? Depende entonces del precio final del libro. Digamos que la editorial le pone un 30% de ganancia, unos ¢2000,oo de más. Multiplique eso por 200 ejemplares: ¢400.000,oo. ¿Y cuánto se dura vendiendo esa cantidad de libros? ¿Lo ve usted rentable de verdad, un buen negocio? Yo no lo creo honestamente.

En el caso de las editorial públicas es más fácil, solo es necesario agregarle que ellos lo hacen administrativamente más lento, pero más legal, y claro: todos esos libros (en un buen porcentaje) los pagamos los costarricenses (que no tiene nada de malo: es la mejor inversión que hacemos en el presente y el futuro del país). Gracias a Diosa (como dice mi amiga Leny alegando que el Creador es femenino) también tenemos esta oportunidad, a pesar (o por dicha) de que los cánones los establecen unos pocos académicos que normalmente se reparten entre ellos los puestos directivos y editoriales en la ECR (donde ya hay unos dinosaurios que llevan más de una década de representar a las universidades y ministerios), EUNA, EUCR, EITCR. "El que no tiene dinga tiene mandinga", dice mi abuelo. Sin subsidio, sencillamente ninguna de estas editoriales podría existir.

Pero ahora vamos al otro lado de la tortilla. ¿Cuántas cervezas se compra usted con ¢5.000,oo? Digamos que en un bar, al precio actual, unas 4 quizás. Sume los gastos de transporte: el taxi o la gasolina para llegar al bar, así como la comida cuando azote el hambre después de esas 4 cervezas. Ya llegamos, baratito, a los ¢10.000,oo. Con una salida de una noche usted pudo comprarse al menos 2 libros, pero con suerte hasta 3, si encuentra unos de esos libros viejos pero buenos, ojalá en una feria librera.

¿Cuánto vale un plato promedio en cualquier restaurante? Digamos que ¢3.000,oo, barato en una sodita. Pero además, ¿cuánto vale un combo en un restaurante de comidas rápidas? Cerca de ¢5.000,oo ¿cierto?

Entonces, como vemos, comparativamente, el precio del libro no es caro, porque si pensamos mejor, ¿cuánto nos dura un libro y cuánto crecimiento personal e intelectual nos puede dar ese libro? Hasta nos queda para, después de leerlo, compartirlo con amigos, familiares o en otros espacios. Y si queremos hasta nos podemos hacer nuestra propia biblioteca persona en casa, atesorando los libros como joyas preciosas que nos van quedando de nuestro recorrido por las letras, placer este que no es posible -por ejemplo- con el libro electrónico, pagado o gratuito.

Si un libro tuviera el valor económico de lo que nos da en realidad, el autor al menos debería ganar el doble del costo material de ese libro. Pero debemos estar a gusto con ellos, porque en realidad la gran mayoría de los autores nos regalan su trabajo, aunque no sea justo, al menos sí nos podría dejar claro que el libro no solo NO es caro, sino que es además un obsequio que nos hacen todos los días.

Por supuesto, hablo de los libros nacionales, las transnacionales manejan otros criterios y mecanismos. Ellas venden más libros, en más países, a precios además más altos. Y no me diga que lo nacional es peor, no vaya usted a juzgar como unos amigos por ahí que hablan mal de una obra sin siquiera haber leído el prólogo. Y si usted quiere saber cuáles libros ticos son buenos para leer, pues ya tenemos Internet, muchos lugares para leer recomendaciones y hasta para comprar por la web. Lo demás son excusas.

12 comentarios:

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Una aclaración: cuando digo que las editorial estatales lo hacen más legal, me refiero específicamente a una mayor legalidad dentro de la administración pública y todo lo que exige, no planteo que las privadas carezcan de la legalidad que les corresponde.

Soren Vargas dijo...

Geovanny, los libros no es que sean caros o no, es que pueden ser más baratos y ampliar el espectro de lectura-ganancias.

El comprador de libros no va sólo por un libro, va por muchos, porque el placer de compra y de la lectura van de la mano. Ahí es donde uno lo piensa.

Realmente los impuestos a la lectura doblan precios de otros países. No sé que tan difícil sea para las editoriales, pero si más público accediera a más libros de seguro pueden abaratar los costos.

Para todo lo demás está China.

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Pues sí, pero las editoriales no pueden darse el lujo -a tientas y a ciegas- de bajar precios sin garantía de un aumento en el consumo.

En la ECR los precios eran bajísimo y aún así no hay consumo alto. Ahora con precios más realistas con el costo de producción del libro, venden más digamos "decentemente". El mercado editorial tiene sus especificidades que no son necesariamente las del mercado en general. El libro tico tiene sus cosas y no se le pueden aplicar del todo los preceptos económicos de la oferta y la demanda.

Y no es cierto Soren que los impuestos doblen. En Costa Rica los libros NO PAGAN IMPUESTOS, ni de venta y creo que ni de exportación o importación.

"Si más público accediera a los libros..." no tendríamos estos problemas, ojalá fuera así. Honestamente no creo que puedan ser más baratos de lo son, al contrario, deberían ser más caros para hacer justicia a los escritores.

Rodrigo Castro dijo...

Está interesante el post, pero todo está en dejar de hacer las cosas de la misma manera que siempre para empezar a ver resultados distintos.

Algunos puntos en tu post son:

1. Difícilmente un escritor va a poder lucrar, si siguen tratando de seguir los pasos que describes que como bien dices ya no le está funcionando a la mayoría de escritores. Implica para los escritores levantarse debajo del árbol y empezar a ser multifuncionales y multi-habilidades, no solo aprender a escribir si no saber dibujar si es posible, saber sobre edición, empezar a adquirir ciertas habilidades que te permitan sobrevivir ya no en la vieja forma de hacer libros si no en la internet de las múltiples posibilidades.

2. Sabiendo un escritor que difícilmente va poder aprovecharse del sistema actual, y sabiendo que, crear una base de lectores es importante para poder tener una oportunidad futuro, me parece lógico que pensar en cosas como el Creative Commons.

Por una parte ayuda y contribuye el Arte, alimenta el Intelecto y hace accesible a las personas el material que ha creado, si no que permite que se distribuya y se propague esta creación de forma libre.

Utilizando internet debería se mucho mas sencillo poder darse a conocer, empezar a crear una pequeña base de datos de lectores que te conocen por que te leyeron y dispuestos a consumir algún producto salido de tu creatividad.

Cuando escribo esto pienso en Cory Doctorow, el crea un libro con todo el largo proceso que explicas en el post, y luego pone el contenido disponible en internet de forma gratis.
Osea el libro se puede bajar completo desde su página, aún así el vende libros principalmente a las personas que les gusta adquirir el papel y coleccionarlo en una biblioteca, y le ha ido bien.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Me he imaginado un par de otros formas de hacer posible que una persona quiera pagar por este contenido, el limite está en la creatividad.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Geovanny Debrús Jiménez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodrigo Castro dijo...

Está interesante el post, pero todo está en dejar de hacer las cosas de la misma manera que siempre para empezar a ver resultados distintos.

Algunos puntos en tu post son:

1. Difícilmente un escritor va a poder lucrar, si siguen tratando de seguir los pasos que describes que como bien dices ya no le está funcionando a la mayoría de escritores. Implica para los escritores levantarse debajo del árbol y empezar a ser multifuncionales y multi-habilidades, no solo aprender a escribir si no saber dibujar si es posible, saber sobre edición, empezar a adquirir ciertas habilidades que te permitan sobrevivir ya no en la vieja forma de hacer libros si no en la internet de las múltiples posibilidades.

2. Sabiendo un escritor que difícilmente va poder aprovecharse del sistema actual, y sabiendo que, crear una base de lectores es importante para poder tener una oportunidad futuro, me parece lógico que pensar en cosas como el Creative Commons.

Por una parte ayuda y contribuye el Arte, alimenta el Intelecto y hace accesible a las personas el material que ha creado, si no que permite que se distribuya y se propague esta creación de forma libre.

Utilizando internet debería se mucho mas sencillo poder darse a conocer, empezar a crear una pequeña base de datos de lectores que te conocen por que te leyeron y dispuestos a consumir algún producto salido de tu creatividad.

Cuando escribo esto pienso en Cory Doctorow, el crea un libro con todo el largo proceso que explicas en el post, y luego pone el contenido disponible en internet de forma gratis.
Osea el libro se puede bajar completo desde su página, aún así el vende libros principalmente a las personas que les gusta adquirir el papel y coleccionarlo en una biblioteca, y le ha ido bien.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Me he imaginado un par de otros formas de hacer posible que una persona quiera pagar por este contenido, el limite está en la creatividad.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Geovanny Debrús Jiménez dijo...
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Rodrigo Castro dijo...

Está interesante el post, pero todo está en dejar de hacer las cosas de la misma manera que siempre para empezar a ver resultados distintos.

Algunos puntos en tu post son:

1. Difícilmente un escritor va a poder lucrar, si siguen tratando de seguir los pasos que describes que como bien dices ya no le está funcionando a la mayoría de escritores. Implica para los escritores levantarse debajo del árbol y empezar a ser multifuncionales y multi-habilidades, no solo aprender a escribir si no saber dibujar si es posible, saber sobre edición, empezar a adquirir ciertas habilidades que te permitan sobrevivir ya no en la vieja forma de hacer libros si no en la internet de las múltiples posibilidades.

2. Sabiendo un escritor que difícilmente va poder aprovecharse del sistema actual, y sabiendo que, crear una base de lectores es importante para poder tener una oportunidad futuro, me parece lógico que pensar en cosas como el Creative Commons.

Por una parte ayuda y contribuye el Arte, alimenta el Intelecto y hace accesible a las personas el material que ha creado, si no que permite que se distribuya y se propague esta creación de forma libre.

Utilizando internet debería se mucho mas sencillo poder darse a conocer, empezar a crear una pequeña base de datos de lectores que te conocen por que te leyeron y dispuestos a consumir algún producto salido de tu creatividad.

Cuando escribo esto pienso en Cory Doctorow, el crea un libro con todo el largo proceso que explicas en el post, y luego pone el contenido disponible en internet de forma gratis.
Osea el libro se puede bajar completo desde su página, aún así el vende libros principalmente a las personas que les gusta adquirir el papel y coleccionarlo en una biblioteca, y le ha ido bien.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Me he imaginado un par de otros formas de hacer posible que una persona quiera pagar por este contenido, el limite está en la creatividad.

http://www.guardian.co.uk/technology/blog/2010/oct/05/free-online-content-cory-doctorow

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

A todos los amigos de este blog, muchas felicidades y que sigamos tenaces en la construcción de un mundo mejor, lucha cada vez más dura y larga, pero que hay que dar.

Roncahuita dijo...

Gracias,Giovanni por tu visita y tus conceptos. Un placer haber compartido con vos este año que termina. Nos veremos el próximo año,colaboraremos por un mundo más bonito.

Roberto,Eduardo y compañeros.
Grupo Roncahuita

Geovanny Debrús Jiménez dijo...

Gracias amigos, un abrazo y mis mejores deseos para ustedes en el nuevo año. ¡Que la pasen muy bien!

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

¡Qué idea dejó usted en mi blog! YA le contesté.